PABLO GUEDES GONZÁLEZ.
La historia del sur de Gran
Canaria se encuentra llena de lagunas, al constituirse hasta bien
entrado el siglo XX, en un territorio alejado, desértico y deshabitado. Después
de la conquista, huyendo de las incursiones piratas, la población se asentó en
el interior, más protegido y en el norte, más verde y menos seco, donde se
situaba la riqueza agrícola de la isla.
A pesar de ello, las crónicas de
la conquista nos han dejado muchos pasajes que resaltan la importancia del sur
para los antiguos canarios, entre los que podemos destacar la
entrada de los franceses de Juan de Betancourt en Arguineguin en 1402, la entrada
de Pedro Cabrón en 1479 y la finalización de la conquista en el mítico Ansite,
en 1483.
También los restos arqueológicos
nos dejan un legado de nuestra historia: las necrópolis de Arteara y
Maspalomas, el poblado de Arguineguin, los restos de Montaña de Las Tabaibas y
de Amurga y las Salinas de Abajo, las más antiguas de Gran Canaria.
Podemos comparar nuestra historia
con un puzzle, del que contamos con muchas piezas, unas más grandes y otras más
pequeñas. Hemos podido encajar muchas de estas piezas con la solución
que aportamos en esta artículo, que podría no ser la solución final, pero
pensamos que es la que mejor funciona de todas las aportadas hasta
ahora.
En el artículo venimos a exponer
que para los conquistadores, Tirajana que hoy día se relaciona con Tunte, se
identificaba con lo que hoy conocemos como Amurga en la parte de costa, un
territorio que podría comprender todo el actual macizo y también la parte del
Barranco de Tirajana. De igual manera, lo que hoy conocemos como Montaña de Las
Tabaibas, para los antiguos canarios pudiera haber sido Amurga, el nombre de la
montaña sagrada junto con Tirma, que también identificaba a todo el territorio
sagrado que se encuentra delimitado por antiguos mojones de piedra, parte del
actual Amurga. Por último investigamos Pozo del Lentisco, lugar desconocido en
nuestros días y que creemos muy importante antiguamente, que se
podría corresponder con el Maspalomas de los canarios, un poblado
junto al monte sagrado.
Hasta el descubrimiento de nuevas
piezas, que vayan confirmando los hechos, nos quedamos con esta
nueva visión, que también servirá para abrir nuevas vías de
investigación.
AMURGA: EL SANTUARIO PERDIDO.
En nuestra serie de artículos
publicados en este blog titulados “Amurga: El Santuario perdido.”, dimos
a conocer nuestra teoría acerca de que Amurga era el otro santuario de los
antiguos canarios, junto con Tirma, que las crónicas de la conquista
situaban en Tirajana.
Este otro santuario se había
establecido para algunos autores en el actual Risco Blanco, o
Humiaga, como lo llamaban los canarios y para otros en la montaña de Amagro en
Gáldar. Estos dos lugares tampoco son aceptados
por los investigadores, pues no cuentan con los requisitos que se
describen en las crónicas de las descripciones de dichos santuarios.
Nuestra argumentación para
considerar Amurga como el santuario perdido se basa en los puntos que
expondremos a continuación.
(pinchar para acceder al
artículo en Amurga, el Santuario Perdido I)
Según nuestra teoría los términos
Amurga y Almogarén están relacionados, y tienen el mismo origen que las
palabras amaziq anteriores, con un significado parecido que se identifica con
santuario, lugar sagrado, lugar de encuentro y romería anual.
El término aborigen “almogarén”,
ya es identificado como santuario o casa de oración por los primeros textos de
Torriani, Abreu Galindo y Marín de Cubas, basados a su vez en las fuentes de
los cronistas directos de la conquista. Algunos lingüistas, como D.J.
Wölfel, dan el mismo significado a palabras similiares de la lengua amaziq o
bereber.
Para Ignacio
Reyes García en su diccionario insulo-amaziq la palabra
“almogarén” dériva de ar-muggarăn con los significados de lugar
de encuentro, adoratorio y lugar de reunión y en la definición indica
como léxico complementario: 1. Borde, orilla. 2. Pendiente,
vertiente escarpada. (en chelja o susí dialectos del
sur y sudeste marroquí y en el tamazight de Marruecos central).
3. Grandes piedras clavadas en mitad de la tierra, que sirven para
amojonar una propiedad (en hadiddu habla de la zona meridional del
Marruecos Central y en chelja o susí dialectos del
sur y sudeste marroquí).
Y para “mogaren”: anmuqqar, anmuggʷar
(u), inmuggʷaren (plural) :
Lugar de encuentro, feria anual (en chelja o susí dialectos del
sur y sudeste marroquí)
También para Angel Rodríguez
Fleitas y colaboradores en referencia al origen de dicho término, “Almogarén”:
“Las interpretaciones
filológicas más consistentes insisten en vincular este término con almuggar
(plural ilmuggaren), vocablo chelja, documentado con ligeras variantes en todo
el área dialectal bereber del Sur marroquí, que deriva del verbo mmiggir,
mmiqqir, mmuggur, “reunir”, relacionado, a su vez, con la raíz verbal
panbereber *gr, bien establecida con valor de “andar”, “ir”, “atravesar”.
Almuggar y su variante más frecuente, anmuggar, designan, en concreto, las
romerías o peregrinaciones organizadas con ocasión de las visitas anuales a los
morabitos, esas tumbas de hombres y mujeres santos objeto de un culto ancestral
que caracteriza, acaso como ningún otro rasgo, el islam magrebí. Plantear un
significado equivalente para el almogaren indígena está sin duda en sintonía,
como defienden los partidarios de esta asimilación, con lo que sabemos de las
concentraciones y procesiones ligadas a las prácticas rituales que tenían lugar
en algunos de los santuarios de los naturales”. (Los Almogarenes
Prehispánicos de Gran Canaria. Una revisión necesaria.)
Es fácil deducir que los términos
Amurga y Almogarén, están relacionados y provienen de un mismo origen, que se
identifica con: lugar sagrado, lugar de peregrinación o romeria y “reunir”,
que pensamos, tiene también relación con las apañadas que se hacían en Amurga
hasta fechas recientes, cuando en determinadas épocas del año los rebaños de
cabras, que pastaban libres, eran reunidos en un corral o gambuesa.
(pinchar para acceder al artículo
en Amurga, el Santuario Perdido II)
En la definición que Ignacio
Reyes en su diccionario a la palabra almogarén se relaciona dicha
palabra en los dialectos del sur de Marruecos: hadiddu, chelja y susi con “Grandes
piedras clavadas en mitad de la tierra, que sirven para amojonar una propiedad”.
En un texto del pleito sobre
los linderos del Señorío Episcopal de Agüimes, que tuvo lugar entre 1502 y
1517, se citan “santidades” o lugares sagrados, delimitados por mojones:
“...no teniendo el dicho lugar
o villa de Aguymes término limitado alguno que suyo fuese ni le perteneciese
como estava provado e averiguado porque si algunos testigos dezían aver oido
dezir tener termino limitado por otros muchos afirmativamente se provava no lo
tener más de aver en él una santidad donde los dichos canarios se acogían con
sus ganados en tiempos de guerras para estar seguros como en otras partes
muchas que avía semejantes en la dicha isla e que de la dicha santidad serían
los mojoenes si alguno oviese e que el dicho lugar era aldea de la ciudad de
Telde donde residía el Rey de la dicha isla.” (Cazorla León, S.
Agüimes, Real señorío de los obispos de Canarias (1486-1837)).
En el texto se afirma que la
función de este tipo de mojones para los canarios, era la de delimitación de
los santuarios, donde se acogían con sus ganados. También se hace referencia al
santuario, recordando que Amurga era territorio de los pastores de Agüimes.
Toda esta comarca, aunque no se incluyó con posterioridad en el territorio del
señorío, era explotada por estos pastores y los vecinos se consideraban
pertenecientes a Agüimes, donde eran bautizados y enterrados hasta principios
del s XX. En la primera cita donde se nombra Pozo del Lentisco, en 1537, que
veremos más adelante, se refleja que el lugar pertenece a Agüimes.
Según Ana Vazquez Hoys (Pervivencias Paganas enla Religiosidad popular),
refiriéndose al culto a los obeliscos o a
las piedras o pilares sagrados, que podríamos asimilar a los
mojones, los pueblos antiguos separaban los espacios sagrados de los
profanos por medio de cercas, murallas, menhires o pilares.
Los monolitos son comunes en los
santuarios cananeos, “que la biblia llama 'lugares altos' por encontrase
casi siempre en montes a veces muy elevados como el Sinai”, así cuando
Yahvé se aparece a Moisés en el Sinaí, le dice que ponga un límite alrededor de
la montaña y la santifique (Exodo, 19, 23). De la misma forma las Tablas de la
Ley fueron colocadas dentro de un espacio que delimitaron con una cerca.
En uno de estos santuarios
cananeos en un templo en Biblos los fenicios colocaron un gran obelisco. En el
patio que rodea el templo se multiplicó la reproducción del obelisco central,
para delimitar el espacio sagrado. Este ejemplo también se puede ver en las
estelas de Cartago y en Micenas.
Izda. Mojón en la Cumbrecilla de
Amurga, Fuente: Patrinet.net. Dcha. Mojón en los altos de Tauto,
observese laja hincada. Foto: Pablo Guedes.
Por otro lado según la Crónica
Ovetense (1478-1512), la supuestamente más antigua de entre las
conservadas, acerca de la conquista:
“Estos canarios tenían por
santuario a dos riscos llamados Tirma y Cimarso, que tienen dos leguas cada uno
en redondo, que confinan con el mar, y el malhechor que a estos cerros se
acogía era libre y seguro, y no le podían sacar de allí si él no quería,
guardándolos y reverenciándolos como a iglesias, y como acá amparados la casa
santa de Jerusalén juraban ellos Asitis tirma y Asitis magro”
En este importante
testimonio, se fija la extensión que se le suponía a cada uno de los
territorios sagrados, que era de dos leguas, unos 10 kilómetros, confinando con
el mar.
Finalmente adjuntamos plano de la
Carta Arqueológica municipal de SBT, elaborada por Julio Cuenca y colaboradores
donde podemos observar que en Amurga hay 17 zonas (ver gráfico) donde se
encuentran mojones, o torretas de piedras, como las denominan los expertos, que
marcan un territorio comprendido entre el Barranco Hondo y el de Fataga y desde
los altos de Amurga y su almogarén hasta prácticamente las últimas
estribaciones montañosas antes de llegar al llano, en la zona de la costa. Este
territorio, forma un triángulo con las siguientes medidas: Lomo Pajarcillo -
Altos del Coronadero: un poco menos de 10 km., Lomo Pajarcillo altos de Lomo de
Maspalomas: algo mas de 10 km. y altos de Lomo de Maspalomas hasta Altos del
Coronadero: unos siete kilómetros.
LA CONQUISTA.
En nuestro tercer
artículo de la serie sobre El Santuario de Amurga, tratábamos La Conquista y Ansite (pinchar para
acceder al artículo en Amurga, el Santuario Perdido II). En este apartado
resumiremos dicho artículo y aportaremos nueva información.
En una serie de textos que
recogíamos de las crónicas, quedaba claro que para los
conquistadores, Tirajana se identificaba con la zona de costa de Amurga
y Sardina, y no como podríamos entender hoy día, con el pueblo de
Tunte en el interior de la caldera.
La primera
incursión de la que se tiene noticias a “Tirajana” fue la que nos cita
Álvarez Delgado, sobre 1467-68, por parte de Diego de Herrera y Diego de Silva
en la zona de Sardina, que se sitúa junto al Barranco de Tirajana, a los pies
de Amurga pues se nombran la “Degollada de Sardina” y los “Llanos de
Sardina”. (Instituciones políticas indígenas de la isla de Gran
Canaria).
Los castellanos conocían que
Tirajana (Amurga) era uno de los lugares en que se concentraban los canarios,
donde contaban con alimentos y refugio, gracias a sus “riscos
impresionantes”, que es la traslación al castellano de la palabra amaziq “at-
ddira – ahannagga”, Tirajana, para Álvarez Delgado. Por ello las
incursiones de castigo y rapiña se dirigen a esta zona con el propósito de
desgastar y rendir a los canarios.
Según Gómez Escudero, los
conquistadores practicaban con los canarios la política de tierra quemada para
hacerlos rendir por hambre. Así, quemaban las cosechas, talaban las palmeras y
robaban los ganados, “aunque los amontados en lo mas agrio de la isla
tenían carne y cogían mucho pescado, solo el Real era lo mas apretado”.
Afirma también que estos alzados se alimentaban de mariscos, por lo que se
debía referir a la zona de costa de Amurga. (Historia de la conquista
de la Gran Canaria). Con seguridad debieron también arrasar los
poblados como el que creemos que existía en Tarajalillo.
Un hecho relacionado con el
Santuario de Amurga y que refuerza la tesis de identificarlo con Tirajana, es
que según las crónicas, en 1476 el mítico Doramas vivía en Tirajana y en
Maspalomas (Crónica de Antonio Cedeño Canarias. Crónicas de
su conquista" de Francisco Morales Padrón, pag 369 ). Creemos
que se refugiaba en el santuario de Amurga, pues se había sublevado contra el
guanarteme de Telde. Doramas, que era trasquilado, es decir de casta baja,
pretendía la mano de una hija de Maninidra, guayre de Telde, hermano o primo
hermano de los guayres Autindana del cantón de Agüimes y Ventagayre del cantón
de Arguineguín, sus enemigos irreconciliables.
Las siguientes incursiones, para
nosotros, siguen teniendo lugar en la zona de costa, identificada con “Tirajana”. Así
en agosto de 1479, tiene lugar la famosa entrada por la que recibe el nombre el
municipio, en la que es derrotado Pedro Cabrón, muy importante, pues es la que
nos indica que llegan hasta el monte sagrado de los canarios que para nosotros
se situaba en Montaña de Las Tabaibas. En otro apartado nos detendremos en esta
entrada.
En septiembre de
1480, el gobernador Pedro de Vera hace otra incursión a “Tirajana”,
dirigirá todas las siguientes hasta la finalización de la
conquista, al mismo lugar donde fue derrotado Cabrón, logrando robar
una importante cantidad de ganado, pero a costa de muchos muertos por ambos
bandos: “…donde los christianos avían ydo e a la salida avían sido
desvaratados e muertos veynte y çinco hombres e muchos otros feridos, en un
puerto muy agro". (Diego de Valera, Crónica de los Reyes
Católicos.) Obsérvese que se indica en un puerto (lugar de desembarco)
muy agro (con importante desnivel).
La siguiente incursión
documentada tiene lugar en mayo de 1482, a “Tirajana”
y posteriormente a “Tayra” o “Acayro” que se
identifica con el Roque Aguayro. Se roban 1.000 cabezas de ganado. La
crónica de Diego Valera dice que en esta entrada se llegó también a
la fortaleza de "Titana", que se corresponde con la
Fortaleza de Santa Lucía, pero creemos que puede haber una confusión con el
ataque a esta misma fortaleza en los últimos días de la conquista en
abril de 1483, pues se informa de un mismo número de muertos, 25, en
las dos entradas, lo cual creemos demasiada casualidad.
La Fortaleza de Santa Lucia pasó
a conocerse como Ansite a partir de los años 40 del pasado siglo cuando Sánchez
Araña, considerando que este había sido el lugar de la rendición, la pasó a
denominar así. (Ver artículo de Rosa Schlueter Caballero "La fortaleza Santa Lucía de
Tirajana:Investigación arqueológica")
Existe una teoría en la que se
explica que la incursión de Cabrón tuvo lugar por la Playa del Cabrón, al norte
de Arinaga y que llegó hasta la Caldera de Tirajana, incluso hasta Risco
Blanco, donde sitúan el santuario de los canarios. Los únicos argumentos en los
que se sustenta esta teoría es la del nombre de la playa igual que el del
pirata, situar el santuario en Risco blanco y que en la Caldera y Tunte estaba
la mayor población.
Hemos dado suficientes argumentos
en cuanto a donde se encuentra en realidad el santuario y en el siguiente
capítulo entraremos detalladamente en esa batalla. Solamente apuntar que si la
entrada de Cabrón se hubiese efectuado por Arinaga, en su camino hacia La
Caldera, donde sitúan la batalla de Tirajana, hubieran tenido que haber pasado
junto al Roque Aguayro. Hemos visto en la incursión de mayo de 1482 que se
llega primero a Tirajana, las “sierras asperas”, posteriormente a
Aguayro y luego a Titana. No es lógico ir primero a Tirajana, si la situamos en
la Caldera y luego a Aguayro, entrando por Arinaga. Es mas lógico ir a Amurga
(Tirajana), luego a Aguayro y luego a Titana. Creemos además que si en mayo de
1482, es cuando se cita por vez primera que han ido a Aguayro, es porque es la
primera vez que han ido a ese lugar.
El 5 de noviembre de 1482 es
cuando creemos que por fin se logra entrar dentro de la Caldera de Tirajana, “dentro
de las sierras” dice la crónica, llegando Pedro de Vera y Miguel de Moxica
hasta Fataga.
La conquista finaliza el 29 de
abril de 1483 en Ansite, que para muchos autores se situaba en los
Altos de Amurga, cercano a los lugares hoy conocidos como Los Sitios, en el
Barranco de Tirajana, entre ellos destacamos a Álvarez Delgado y a Santiago
Cazorla León. Este lugar se sitúa dentro de los límites del santuario y
corresponden a los puntos más elevados del Macizo de Amurga. Los castellanos
sitiaron a los canarios desde los dos barrancos, el de Fataga y el de Tirajana
y establecieron su campamento en Los Sitios, de ahí su nombre.
Nosotros compartimos la tesis de
Tejera Gaspar (Primer Encuentro de los Europeos con los Insulares de
Canarias y el Caribe. Anuario de estudios atlánticos, Nº. 54, 2, 2008), que cree que Tirajana es elegido por los canarios como
refugio en los momentos finales de la conquista por ser un territorio abrupto e
inexpugnable e igualmente por ser el santuario sagrado, “la razón principal
para explicar por qué, de forma reiterada, los canarios se fueron haciendo
fuertes frente al enemigo, al considerar que los castellanos no se atreverían a
hollarlos, ya que estos espacios no podían ser mancillados por gente extraña,
pero no tuvieron en cuenta el desprecio que los extranjeros sintieron hacia sus
tradiciones y su cosmogonía”. Tejera cree que la montaña sagrada era la
Fortaleza de Santa Lucía.
LA BATALLA DE TIRAJANA DEL 24
DE AGOSTO DE 1479. LA MONTAÑA SAGRADA.
El día de San Bartolomé, 24 de agosto de 1479, que con toda probabilidad pudo haber sido ventoso y caluroso, como ocurre en los veranos actualmente, se dirigieron a "los barrancos y sierras de Tirajana" tres naves castellanas a realizar una entrada a la captura de esclavos, ganado y rapiña, capitaneadas por Pedro Hernández Cabrón, corsario gaditano al servicio de los reyes católicos, al que acompañaba el Deán Bermúdez.
Cabrón fue conocido
posteriormente por capitanear una escuadra de navios que transportó a Africa a
los judios expulsados de España por los Reyes Católicos a los que engañó, robó
e incluso pretendía venderlos como esclavos. Las crónicas reflejan que
era despiadado y desalmado, en definitiva un "cabrón"
como buen pirata que era. Se dice que el significado de esta palabra despectiva
y el de hacer una "cabronada" en el sentido de
hacer mal a alguien, deriba de los actos cometidos con los judios. Lo que es
cierto es que su familia se cambió el apellido, por la mala imagen que tenía.
Suponemos que las naves de Cabrón llegaron a una bahía situada en Las Calmas de Maspalomas, protegida de los fuertes vientos, situada “en un puerto muy agro” y "al pié de la Sierra", donde había un pueblo canario al que "hallaron sin gente bien proveidos de carne en sesina (salada), ganados, cevada, manteca, y miel silvestre en ollas y odres, y higos passados" (Marín de Cubas, Historia de las 7 islas de Canaria).
Creemos que la descripción se puede corresponder perfectamente con la Bahía de Tarajalillo, situada a los pies de Amurga, donde había una buena playa apta para desembarco con un pozo de agua, llamado posteriormente "Pozo del Lentisco" y donde los canarios se dedicaban principalmente a la ganadería, con el pastoreo de rebaños de cabras. En esa zona, los canarios culminaban "las apañadas" varias veces al año, como sucedió después a lo largo de varios siglos. También en las cercanías se situaban unas Salinas naturales, donde los canarios recogían sal para conservar sus alimentos (posteriormente Salinas de "Abajo"), de ahí la carne en cecina (salada y secada al sol).
Era un importante centro
pastoril, base de la economía canaria y Amurga creemos que era un lugar muy
diferente a como lo vemos hoy día. Entre el tabaibal del Llano y el Pinar
(entre los 200 y 1.000 mt) se encontraba el bosque termófilo comprendido por
especies como la palmera (en los barrancos), la sabina, el lentisco, el
almácigo, el acebuche, el drago y el granadillo. Con estas especies se
constituían auténticos bosques comparables a los que todavía podemos observar
en determinados puntos del norte de Gran Canaria. La mayoría de estas especies
ya han desaparecido de la zona y solo podemos ver los últimos ejemplares de
sabina en lo más alto del macizo y conocer de su existencia en el pasado por la
toponímia de Amurga: Pozo del Lentisco (Tarajalillo), Mesa de la Sabinilla y
Degollada de Las Sabinas (Altos de San Agustín), Alto de los Almácigos (al lado
montaña Las Tabaibas), Lomo del Draguillo y Lomo de la Madera, haciendo
referencia a la explotación de este recurso en el bosque.
Tarajalillo o Pozo del Lentisco, o Amurga (Tirajana), que nombraba a toda la comarca, era una importante zona económica y también religiosa, donde se habían establecido los canarios estratégicamente, puesto que contaban con una zona de refugio rápido frente a las "entradas e incursiones" de castellanos y portugueses a la búsqueda de rapiña, fundamentalmente cabezas de ganado y esclavos.
Muchos navegantes y piratas conocían el lugar al que acudían en busca de avituallamientos, (carne, agua, sal y leña), como hizo Colón para su viaje a América.
Montaña de las Tabaibas, era la atalaya de vigilancia de los canarios. Dominaba ampliamente toda la costa sureste, desde Gando a Arguineguin y cuando se detectaban naves enemigas se daba la alarma, por medio de silbidos (como en La Gomera), del sonido de caracolas o por el humo de una hoguera y toda la población se subía a las alturas.
Montaña Tabaibas también era la otra montaña sagrada de los canarios junto con Tirma. En Amurga se situaba el santuario del sur y allí se refugiaron y tuvieron lugar los últimos hechos de la conquista. En lo alto de la montaña todavía quedan restos de la muralla que la rodeaba y de sus fortificaciones.
Cabrón persigue a los canarios:
"Suben los nuestros a la cumbre del monte. En el cuerpo de guardia del
templo, construido a la manera de castillo con toda clase de fortificaciones,
no encontraron a nadie más que a un joven y a una bella muchacha que estaba con
él. Se defiende el infeliz y prefiere atacar y morir antes que ser cogido. Los
nuestros al punto se apoderaron de la joven y destruyeron el templo
incendiándolo” (Cuarta Década, 1478-1480).
Seguramente la joven era una harimaguada, una de las vírgenes sagradas, que participaban en los ritos canarios. Los dos realizan un sacrificio sagrado para proteger el templo.
Un intérprete canario le dice a Cabrón que los canarios se están reorganizando y que convendría buscar refugio pues van a sufrir un ataque inminente. Los canarios al mando del Faicán de Telde ya habían recibido refuerzos y se habían situado en puntos estratégicos. Se comunicaban por medio de silbidos (al igual que los gomeros) y se preparaban para su habitual modo de lucha de guerrillas.
"Recogida la presa queriendo venir a embarcarse ya serca de noche le dixeron a Pedro Hernandez, que no convenia porque havia cierta emboscada de canarios a la retirada, respondio que tenia los navios sin gente, y que havia de dormir en ellos, y no temia a hombres desnudos, iendo de marcha una cuesta arriva agria, y de malos passos, salieron los canarios dando silvos gritos, y pedradas en lluvia, y palos con que mataron 26 xristianos, y mas de cien heridos, y desvaratados caminaron a la marina, y ellos en su seguimiento que fue menester que de las lanchas se disparasen armas de fuego, y ballestas salio Pedro Hernandez con una pedrada en la caveza, y quedo sin algunos dientes, y la boca torsida que no pudo hablar ni comer bien vino renegando de los canarios, de la conquista de tales fieras.” (Marin de Cubas, Historia de las 7 islas de Canaria).
Hernández Cabrón se arrepintió de sus anteriores palabras y se encomendó a San Bartolomé, santo de ese día, jurando que si salvaba su vida ya no volvería más a esas tierras, hecho que sucedió y que cumplió nada más llegar al Real de Las Palmas, embarcándose para Cádiz, no regresando jamás a la conquista.
Es por esta batalla por la que el
municipio recibe el nombre de San Bartolomé de Tirajana, por la salvación de
Pedro Cabrón y los castellanos o por la victoria de los canarios defendiendo su
territorio.
(pinchar para acceder al
artículo en Amurga, el Santuario Perdido IV)
Como hemos hecho con los otros
capítulos resumimos aquí el artículo titulado “Los ritos Sagrados”, cuarto
capítulo de la serie, aportando nuevos datos.
Marín y Cubas describe el monte
sagrado de los canarios en Tirajana: “…allí hay tres braseros de cantos
grandes,…, puestos sobre un paredón a modo de altar de grandes piedras, y
enlosado lo alto del monte, y ha quedado una como capilla y zancarrones dentro
todo de una gran cerca de piedras muy grandes, y el Risco es el más descollado
de todos aquellos sitios.” (Historia de las siete islas de
Canaria).
Esa descripción podría encajar
perfectamente con los restos que aún se conservan de Montaña de las Tabaibas,
el monte más alto de la zona (observese que ni Riscos Blancos, ni la Fortaleza
de Santa Lucía son "los riscos mas descollados" del lugar
donde se situan) . Los restos son una muralla o muro que rodea toda
la corona de la montaña, de 1.20 x 1 metro de alto x ancho, una estructura
circular de unos 4 metros de diámetro de piedra seca, relleno por pequeña
piedras y tierra y costras de caliche, próxima a la cima, que se podría
corresponder con un brasero. Desde esta estructura circular parece arrancar un
muro o camino, hasta la entrada de una cueva, situada próxima a la
cima. La cueva tiene la entrada flanqueada por dos muros de piedra seca a modo
de pasillo.(Los Restos Arqueológicos De Montaña DeLas Tabaibas. Pinchar
para acceder al artículo en Amurga, el Santuario Perdido V)
Creemos que el resto de
estructuras fueron hechos desaparecer por los conquistadores, como se relata en
las crónicas, pues destruían todo lo que ellos consideraban pagano y
contrario a las creencias cristianas. También causa de su
desaparición podrían haber sido las maniobras militares de artillería,
realizadas con material pesado desde la II Guerra Mundial hasta no hace muchos
años y por la construcción de las antenas de telecomunicación que podemos ver
hoy en la montaña.
El problema es que la descripción
que realiza Marín y Cubas, se refiere según afirma, a Umiaya o Riscos Blancos,
lugar que se encuentra dentro de la Caldera de Tirajana, y que se
contradice con todo lo que hemos expresado, según detallábamos en nuestro
último artículo de la serie:
Amagro, Umiaya, Montaña De Las Tabaibas. (pinchar
para acceder al artículo en Amurga, el Santuario Perdido IV)
Sin embargo, en el resumen de los
rituales que veremos a continuación, notaremos la importancia de varios
elementos que debían ser característicos del monte sagrado: la altura, pues los
ritos se realizaban en la cima del monte; el mar, por lo que se situaba
relativamente cerca del mismo, y por último el contar con recintos amurallados
o cercos, situados en esos lugares altos, todo ello característico de Montaña
de Las Tabaibas. Allí era donde se realizaban o iniciaban la mayoría de
los ritos.
Las ceremonias principales
“conocidas”, estaban dirigidas a pedir el favor de su divinidad para que se
produjera la lluvia, para tener buenas cosechas y en especial en Amurga, para
tener buenos pastos para el ganado y la fecundidad del mismo, fuente principal
de la economía. Además de lo anterior tenían otros motivos para realizar sus
ritos: para el bienestar, la fertilidad y el buen gobierno del pueblo, la paz y
la salud en el nuevo año. Los canarios veneraban a sus antepasados fallecidos y
realizaban ceremonias para que la divinidad intercediera en los momentos malos,
de enfermedades o de guerras, como sucedió con la conquista.
Y remarcamos “conocidas” porque
se cree que sobre los aspectos religiosos, que eran controlados por las élites,
poco estaban dispuestos a compartir los antiguos canarios y fueron sobre los
que menos información se conservó por ser tema tabú para la iglesia católica.
Entre los ritos que nos
transmitieron los conquistadores citamos los siguientes:
- Pronóstico de lo que deparaba
su futuro próximo en función de: el humo de las hogueras que se realizaban en
el brasero, en lo más alto del monte sagrado; “de ciertos nublados o
vapores levantados de los arroyos orillas de el mar a la parte del sur de esta
isla de Canaria” y de la visión de la isla de Fuerteventura, en los días
claros.
- Imploraban la
misericordia de Dios de la siguiente manera: En la cima
de la montaña derramaban manteca y leche, hacían danzas y bailes y cantaban
endechas en torno a la montaña; encerraban el ganado (dentro de la muralla en
la cima) y apartaban las hembras de los machos, privándolos de pasto
y comida, les obligaban a “balar”; ayunaban todos, hombres, mujeres, niños y
animales durante tres días, lanzando terribles gritos, aullidos y
vociferaciones. Luego rodeaban la montaña (imposible en Riscos Blancos y en La
Fortaleza), continuando con el griterío y desde allí bajaban en
procesión al mar para azotar sus olas, con varas y palmas.
- Como culto a sus
familiares muertos, les llevaban ofrendas a sus sepulturas. Según Jiménez
Sanchez, en Arguineguin, Juan Grande (Amurga) y Guayadeque, eran donde se
encontraban “los hitos relevantes a nivel de hallazgos de restos momificados”,
además de encontrase las momias de mayores dimensiones. (Embalsamamientos y
enterramientos de los “canarios” y “guanches”, pueblos aborígenes de las Islas
Canarias).
FIESTAS PREHISPÁNICAS QUE SE
CONSERVAN: EL CHARCO, CANDELARIA, EL PINO.
Como complemento a los ritos que
realizaban los canarios, los cuales se debieron celebrar también en
las fechas importantes de su calendario, estuvimos indagando sobre las fiestas
de origen prehispánico que se han conservado hasta la actualidad
Creemos que estos ritos, se debieron de celebrar en épocas importantes del año, siendo las mismas, según citan las fuentes, las desarrolladas a finales de Agosto y de Abril, relacionadas con la estrella Canopo. En los últimos tres mil años, la aparición de Canopo se produce en torno al 23 de agosto (± 5 días), permaneciendo visible hasta el 17 de abril (± 5 días) ocultándose el resto del año. ( Ignacio Reyes García. El Cielo de los antiguos, ver nuestro artículo “Los yacimientos aborígenes de Cuatro Puertas y del Coronadero (Amurga), relacionados con la estrella Canopo.”). Nosotros creemos que la celebración se realizaba en la luna llena posterior a la ocultación o aparición de Canopo.
Nos quedamos sorprendidos al
descubrir que la fiesta del Charco en La Aldea, se celebraba en la antigüedad,
exactamente el 23 de agosto (fecha de la aparición de Canopo) según la pudo ver
y escandalizarse el obispo Francisco Delgado Venegas, el 23 de agosto de 1776,
(Jose Almeida Afonso: Crónicas desde el Paraíso).
Creemos que el verdadero objetivo
de esta fiesta, que como vemos se relaciona con las costumbres de pesca de los
canarios, era el de celebrar la visibilidad y llegada de Canopo un año más a
Canarias, indicativo de la marcha de los calores y de la proximidad de la
temporada de lluvias. (ver nuestro artículo sobre Los Ritos ya comentado).
Las fiesta de la Virgen de la
Candelaria en Tenerife, de origen guanche, se celebra actualmente el 15 de
agosto. Fray Alonso de Espinosa (1594) menciona que la Cueva de Achbinico,
situada en Candelaria, era un lugar de peregrinación entre los guanches, para
venerar a la Madre del Sol, Chaxiraxi (la Virgen de Candelaria), según Espinosa
esta peregrinación y fiesta aborigen se celebraba durante la luna de agosto. En
dicha fiesta se celebraba el Beñesmer, la fiesta de la cosecha, y el comienzo
del año guanche. (Historia de Nuestra Señora de Candelaria).
Según la tradición se celebraba
tres veces al año: durante la luna llena de los meses abril, agosto y diciembre
(José Barrios: Investigaciones sobre Matemáticas y Astronomía Guanche. Sistemas
de Numeración). Nosotros creemos que en la luna llena más cercana a la
aparición y ocultamiento de Canopo y en la más cercana al solsticio de invierno
(navidad).
Nuñez de la Peña (1676) realiza
una descripción del Beñesmer, que creemos, debió celebrarse de forma
parecida en Gran Canaria:
“...celebrauan fiestas anales,
por espacio de nueue dias; juntauanse los de cada reyno en el palacio de su
rey; y alli se regozijauan con juegos, danças,bailes [...]: en estas fiestas
auia grandes combites à costa de el rey.” (Núñez de la Peña, (1676).
J. Conqvista y Antigvedades de las Islas de la Gran Canaria, y sv
Descripción).
La fiesta de la Virgen del Pino,
creemos al igual que ocurre con la de Candelaria, que en principio
debió ser un antiguo culto de los antiguos canarios, un rito pagano que se
sustituye por otro parecido cristiano, que se superpone al primero
(obliteración). La festividad canaria por la aparición de Canopo, es posible que
fuera adaptada a la de la Virgen del Pino que se celebra el 8 de septiembre en
Huelva, al igual que sucede con la fiesta del Charco en la Aldea que
se trasladó al 11 de septiembre, festividad de San Nicolás.
Según la tradición, los canarios
adoraban el pino donde apareció la virgen, de 50 metros de alto, el mayor que
existía en el lugar y a una fuente de aguas curativas situada al pie del árbol.
Junto al pino se situaba una peana de piedra con grabados podomorfos, similares
a los de Tindaya, en Fuerteventura.
Según la versión oficial de la
Iglesia, el obispo Juan de Frías, fue el que instituyó la fiesta al encontrar
la imagen de madera sobre el pino, el 8 de septiembre de 1481. Sin embargo en
opinión de los investigadores Mª de Los Reyes Hernández y José
Concepción, la imagen se realizó en un taller sevillano en el primer
tercio del s. XVI y fue comprada por el capitán y terrateniente de Teror, Juan
Perez Villanueva, natural de Huelva, donde en el pueblo de Niebla, se adora a
otra virgen del Pino desde finales del s. XV. (Cuaderno nº 5. El
Patrimonio Histórico de la Basílica del Pino de Teror (2005)).
Por otro lado en el blog de
la Hermandad de la Virgen del Pino en Niebla (Huelva),
en un artículo sobre la historia de su Virgen del Pino, se expone que en los
archivos municipales de esa ciudad figura que fue Juan Rejón, fundador del Real
de Las Palmas (1478), que había estado al servicio del Conde de Niebla, quién
llevó una pequeña réplica de la Virgen del Pino de esa
localidad, así como la veneración y devoción que permaneció
posteriormente en la isla. Lo que no conocemos es si también importó la fecha
de la festividad y si así fue, si esta coincidía realmente con la festividad de
los canarios a la que nos referimos, que resultó sustituida.
Relacionado con lo anterior,
están las tradicionales “Mareas del Pino”. Durante la luna llena y luna
nueva de septiembre (en ocasiones a finales de agosto como podemos ver en la
foto) se producen las pleamares más importantes del año, llamadas mareas
equinocciales. Si a esto se une la conjunción con el mar de fondo producido por
los primeros temporales de invierno en latitudes altas (Azores), se ocasiona el
efecto de que la marea baja llega hasta zonas que no se descubren el resto del
año además de olas de gran tamaño que producen grandes “rebozos” con la
pleamar. Esto debía impresionar a los antiguos canarios, que recordamos tenían
el marisqueo como fuente importante de alimentos, como todavía asombra
actualmente.
Por último queremos hacer notar
la fecha en que Pedro Cabrón hace la incursión a Tirajana, que se corresponde
con el 24 de agosto de 1479. Creemos que esta fecha no es casual, pues es en
pleno verano, no muy adecuada para combatir en territorio agreste y
desconocido. Las posteriores incursiones de Pedro de Vera se realizan en
invierno.
Pensamos que Cabrón realiza la
incursión de forma intencionada en esa fecha porque sabe que muchos canarios
han ido de peregrinación a la montaña sagrada y están celebrando la fiesta del
beñesmer (no se sabe que nombre recibía en Gran Canaria). Recordamos que el
Faicán de Telde, máxima autoridad religiosa, se encuentra en el lugar y se pone
al mando de los canarios.
Queremos apuntar otro dato, la
fecha 24 de agosto de 1479, del calendario juliano, se corresponde con el 3 de
septiembre de 1479, del calendario gregoriano. Es así porque, con la
instauración del calendario gregoriano en 1582, se restan 10 días para corregir
un error en el calendario juliano, que estuvo en vigor hasta ese momento. Así
al jueves 4 de octubre de 1582 (juliano) le sucede el viernes (gregoriano) 15
de octubre de 1582, por lo que las fechas anteriores sufren una traslación en
esos 10 días.
Lo importante es que la luna
llena había sido el 1 de septiembre de 1479, dos días antes de la incursión,
según consulta que hemos contrastado en varios calendarios lunares perpetuos,
por lo que pensamos que muchos canarios se encontraban allí celebrando su peregrinación.
POZO DEL LENTISCO
A raíz de todos los datos
aportados, se podría extraer la deducción de que para los conquistadores, que
fueron quienes escribieron la historia y posiblemente también para los antiguos
canarios, Tirajana se identificara con lo que hoy conocemos como Amurga en la
parte de costa, un territorio que podría comprender todo el actual macizo y
también la parte del Barranco de Tirajana. Hoy Tirajana lo
identificamos fundamentalmente con el antiguo Tunte.
De igual manera, lo que hoy conocemos
como Montaña de Las Tabaibas, para los canarios pudiera haber sido Amurga, la
montaña sagrada, que también podría nombrar a todo el territorio sagrado que
está delimitado por mojones, parte del actual Amurga, entre el Bco. Hondo y el
Bco de Fataga.
Nos quedaría por situar en el
mapa al poblado que describen las crónicas “al pié de las sierras”,
según creémos nosotros junto al monte sagrado, que hemos situado en
la zona del actual Tarajalillo o Bahía Feliz, conocido antiguamente por Pozo
del Lentisco. Pensamos que existe la posibilidad de que fuera
conocido por los antiguos canarios como “Maspalomas”, que tambien nombraba,
esto si con mayor certeza, a toda la costa de esta comarca desde lo
que es hoy Castillo del Romeral, hasta El Oasis y Charca de Maspalomas.
Está claro que los conquistadores
entraban por la costa sur para intentar llegar a Tirajana, donde se refugiaban
los canarios. Es lógico que el desembarco lo hicieran en un poblado en la
misma costa y como describen las crónicas, en la falda del macizo, por lo que
vamos a intentar situar dicha población.
El mar, representaba una
importante fuente de alimento, para los canarios como hemos visto
anteriormente. Debieron de haber poblaciones en la costa aunque las
incursiones en busca de esclavos, de seguro, desencadenarían que los canarios
se desplazaran hacia el interior o se situaran en lugares cercanos al mar, de
fácil huida y en altura, como ocurre con Tarajalillo, (Montaña de Las
Tabaibas), para poder vigilar la llegada, fundamentalmente de los castellanos o
portugueses y estar a salvo de los mismos.
Los sitios posibles de desembarco
se deberían situar en algún lugar de la costa entre el Barranco de Tirajana y
San Agustín o Las Burras, no creemos que desembarcaran más hacia el sur o hacía
el norte, por alejarse del macizo y de lo que suponemos se conocía como
“Tirajana”.
En la zona de costa, existen
restos aborígenes en Pozo Izquierdo y en Juncalillo del Sur. Precisamente en
los fondos marinos frente a este lugar, se encuentra un
ancla muy antigua, por su estado la más antigua que hemos visto en la zona, que
se perdió por enrocar en el veril.
Alrededor de la conocida como
Cueva de Los Salineros, situada frente a Juncalillo y Las Salinas, junto a la
autopista al pie de Amurga y al lado del vertedero, existen muchas
construcciones de piedra seca y cuevas que fueron utilizadas por aparceros en
los años 50 del pasado siglo en la época de roturación de estas tierras para el
cultivo de tomates. Es un punto interesante pues está cercano a la costa, a las
salinas y a una buena zona de marisqueo, pero no sabemos si estas
construcciones fueron utilizadas antiguamente por los canarios y no figuran en
la carta arqueológica municipal.
La cueva recibe el nombre por los
salineros que creemos vivían en ellas y no en las mismas salinas en la época de
los piratas, para prevenir ataques y su captura.
Según la Carta Arqueológica de
SBT, en Tarajalillo y alrededor de Montaña Tabaibas, se
encuentran viviendas en estructuras de piedra seca y en cuevas, pinturas
rupestres, grabados y el yacimiento de Altos del Coronadero, con 36 torretas o
mojones de piedra, al que se le supone un significado cultual.
Sebastián Jiménez Sanchéz,
comisario provincial de arqueología a mediados del pasado siglo, pensaba que la
comarca alrededor de Tarajalillo era muy importante y con un fuerte uso del
territorio para los primitivos canarios. Así en 1954, saca a la luz la mayoría
de restos arqueológicos que se conocen de la zona, que se pueden consultar en
la Carta Municipal. Para Jiménez la Montaña de Las Tabaibas, tenía función de
atalaya y fortaleza, por la muralla que rodea su corona.
Aunque alrededor de la montaña,
en los terrenos no roturados, están documentadas muchas viviendas y cuevas de
los antiguos canarios, es muy difícil corroborar la hipótesis de un poblado
aborigen en la zona del llano, tanto en Tarajalillo como en el resto de franja
de costa comentado, así como también en zonas con más altura, puesto que los
posibles restos pudieron haber sido destruidos, cuando se “despedregaban” los
terrenos para ser cultivados.
De hecho la constatación de lo que comentamos nos la da Jiménez cuando encontró en 1954 en los Altos de San Agustín “un hermoso tagoro formado por patio enlosado de 12 m. de diámetro” y a los pocos meses lo halló completamente destruido porque unos obreros habían roturado los terrenos.
Igualmente
conocemos que los tractores de Quintana, exportador de tomates en los años
50, destruyeron la necrópolis que había en la misma zona de San
agustín, por esas fechas. (La Necrópolis Aborigen en los Altos de San Agustín. )
En uno de los primeros mapas que se conocen de Gran Canaria, el del ingeniero Torriani de 1590, conocemos los cuatro lugares más importantes del Sur en aquella época: Punta de Tenefént, Las Salinas, Pozo del Lentisco y Maspalomas.
Inmediatamente nos llama la
atención Pozo del Lentisco, lugar hoy día desaparecido y desconocido, situado
según Torriani entre Las Salinas (situadas al sur de Juncalillo) y Maspalomas.
Afortunadamente pudimos encontrar un documento de 1901, donde se citan los
linderos de las propiedades del Condado (Martín Santiago y Bello Jiménez. Fundamentos
del caciquismo en San Bartolomé de Tirajana) y de donde dedujimos la
situación aproximada de este lugar:
“…sigue por la Cañada de Los Cardones, esta abajo hasta el mojón a la izquierda de Barranco Hondo, sigue el lindero por el camino que ahí pasaba, hasta las Bocadas de los Callejones de Berriel y Las Arenillas. De ahí al Barranco de Tarajalillo, por debajo del antiguo Pozo del Lentisco.”
El Barranco de Tarajalillo, es el
que desemboca en el actual Bahía Feliz y por tanto el Pozo se
situaba en alguna zona cercana a donde hoy se sitúa esta urbanización.
En los textos históricos el
nombre de Pozo de Lentisco aparece por vez primera el 11 de mayo de 1537,
cuando Francisco Perez Calvillo pide tierras para la construcción
de “Las Salinas de Abajo” en Juncalillo. Observese que lo situa en
Aguimes, al que pertenecía toda esta comarca en aquellos tiempos, al igual que
el santuario delimitado por los mojones:
“...que entre Aldea Blanca e
Poso Lentisco que es en el termino y comarca de aquella banda de Aguimes
esta un sitio e lugar comarcano aq la mar lo qual esta ynutil e desaprovechado
a yermo como cosa alongada de poblado en que nadie ha fecho ni yntentado
aprovechamiento e porque yo para mi vivienda e provechamiento querria alli
tener y edificar salinas y hazer sal por ser lugar aparejado e lo hedificare a
mi costa...». (hemos obtenido esta cita del blog Toponímia de Gran Canaria , pero
Santiago Cazorla hace referencia al mismo en Los Tirajanas de GC.
pág 207 afirmando que se encuentra en el Archivo Amoreto Manrique, leg. 2.)
Entendemos que Pozo del Lentisco
era importante en esos tiempos, 55 años después de la conquista, por el pozo y
pensamos que debido a ello contar con habitantes. En el documento creemos que
se le cita, junto a Aldea Blanca, como poblaciones que debieron de existir
desde tiempos de los canarios, de hecho en Aldea Blanca se
documentaron varias casas canarias.
Además Pozo del Lentisco era importante
porque allí culminaban “las apañadas” de Amurga, una de las actividades
económicas primordiales para los antiguos canarios, en una comarca
eminentemente ganadera. Esto lo deducimos de un texto al que hace
referencia Santiago Cazorla, en la siguiente información:
“Conquistada la Isla, la primera data concedida en Amurga fue de sesenta fanegadas de terreno al capitán Antonio Espino el 28 de febrero de 1577: «lindando por una parte con el Barranco del Águila y por la otra corrales en que antiguamente encerraban el ganado salvaje»". (Los Tirajanas de GC).
El Barranco del Águila, se
encuentra inmediatamente al sur del de Tarajalillo y el ganado salvaje, es el
también llamado “guanil” (del amaziq “wannil”: sin marca) que
se alimentaba libremente de los pastos y se encontraba suelto en Amurga. Se
capturaba en las “Apañadas”, celebradas en determinadas épocas del año para
marcarlo y seleccionar el destinado a su sacrificio. Esta actividad
se siguió realizando en la misma zona hasta bien entrado el siglo XX, como
vemos en citas de Santiago Cazorla, (Los Tirajanas de GC). Así en
escritura de 1618, Sebastián Sánchez cobró 1.735 reales de Antón Pérez Cabeza
en ovejas que este último tenía que pagarle en cabezas salvajes “en las
apañadas de Amurga por mal nombre”. (AHPLP. Protocolos, leg. 2.491), que es
la primera cita de Amurga documentada por escrito.
Y donde culminaban las apañadas
se reunía el tagoror, el consejo de los nobles o personalidades importantes.
Según Vernau en el tagoror aborigen se hacia justicia y se trataba sobre los
diferentes bienes: agua, pastos, tierras y ganado. Se procedía,
democráticamente a la elección del alcalde de los pastores, se celebraban las
fiestas y luchadas y era allí donde concluían las "ajuntas"
del ganado, como también eran conocidas las apañadas en el Sur de Gran Canaria.
El tagoror era un recinto especial rodeado de un pequeño muro de piedras (Cinco
años de estancia en las Islas Canarias. pág 33)
Por otro lado, Pozo de Lentisco
estaba cercano a las salinas, de las que ya hemos hablado, que con seguridad
también debieron ser utilizadas por los canarios, pues usaban la sal para
conservar sus alimentos, entre ellos la carne, como se deduce de la entrada de
Cabrón, en la que pillaron a los canarios mucha “carne en sesina” (cecina:
carne salada y secada al sol).
MASPALOMAS.
En
este punto, trataremos de relacionar Maspalomas con Pozo del Lentisco y es
que antiguamente el término Maspalomas se extendía a un territorio mayor del
que conocemos hoy y llegaba incluso hasta Castillo del Romeral. Lo podemos
deducir de la licencia que el Rey Carlos II concede en 1677 para construir la
Casa Fuerte de Santa Cruz del Romeral, donde se indica “en
las calmas de la costa de Maspaloma”. De esa opinión es Santiago Cazorla
León, del cual recogemos la cita, en su obra emblemática sobre nuestra historia
local, Los Tirajanas de Gran Canaria (pág 150), pero vamos a
aportar, más datos que sustentan dicha hipótesis.
Según Ignacio
Reyes García doctor en Filología y licenciado en Historia, autor del
Diccionario histórico del Insulo Amaziq de Canarias, el termino "Maspalomas", equivale en
amaziq a “lo que empapa o impregna y estropea el
forraje” que según creemos proviene de las charcas que se forman
en la costa sur de la isla debido a los “rebosos” producidos
en las mareas vivas, fundamentalmente en las desembocaduras de los barrancos,
que cubrían toda la vegetación cercana a la costa. Esto sucede en Juncalillo,
en La Tabaibita (Salinas de Abajo), creemos que sucedía donde hoy se sitúa el
actual Bahía Feliz, en El Águila y también en el Oasis de Maspalomas.
Algunas de estas charcas permanecen sin
secarse durante todo el año, y contienen afluentes de agua dulce, constituyendo
marismas, como son el caso de La Tabaibita y la Charca de Maspalomas. Es
posible que antiguamente existieran más. Estas charcas debieron ser importantes
para los canarios pues en ellas pescaban diversas especies de peces (anguilas,
lebranchos) y también en las mismas
podían capturar aves de paso. Creemos que allí
tenían lugar celebraciones rituales al estilo de la fiesta del Charco de
la Aldea. Según Reyes, uno de los lexemas de la palabra “Maspalomas”, también
equivale a purificación. Esta significación podría estar relacionada con los
baños de purificación de las harimaguadas, no exclusivos de estas, que
realizaban al término de las menstruaciones. El agua del mar cumplía su función
como desinfectante de las presuntas impurezas sexuales, al tiempo que se le
atribuía cierto poder fertilizante. (Francisco Pérez. La mujer en la sociedad
indígena de Canarias).
Las
practicas de inmersión de los canarios en el sur de la isla, creemos que para
las labores de pesca, está demostrada científicamente, pues la mayoría
de los restos humanos analizados en la necrópolis de Maspalomas, presentaban
una deformación de los huesos del oído interno que se corresponde a haber
realizado prácticas de inmersión en agua fría a lo largo de su vida. Suponemos
que los restos en la necrópolis de San Agustín, hubieran aportado los mismos
datos.
Continuando con la hipótesis de
que el topónimo no se refiriera a un punto concreto, aportamos más datos que lo
corroboran con las siguientes citas, las primeras en que se nombra a
Maspalomas:
"Hallaron los spañoies
diuidida la isla de Canaria en dos señoríos, vno en Telde a el Oriente, puesta
en medio de las Isletas i punta de Maspaloma…” (Crónica de Escudero
en Canarias. Crónicas de su conquista de Francisco Morales
Padrón, pag 433 )
"Con la mucha reputación
de valiente que Doramas hauía alcanzado estaba mui soberbio i mal reciuido
entre los más nobles, por que assimesmo era alzado Capitán sin licençia de el
Rei Guanartheme, Tenía por grande émulo a un hidalgo de Arganeguín llamado
Ventagaire, el qual uino en vusca de Doramas a un camino por onde se pasaba a
uer los ganados monteçes, que hauía muchos en términos de Maspaloma, i hauiendo
de venir Doramas por aquel camino le dieron por señas a Ventagaire que sería
conocido por la diuisa de la tarja blanca i colorada de quarteado."
(Crónica de Antonio Cedeño Canarias. Crónicas de su
conquista" de Francisco Morales Padrón, pag 369 )
Aquí hacemos notar que según el
cronista, Maspalomas cuenta con muchos “terminos” y
también se nombra a “los ganados monteçes”, haciendo
referencia al al ganado guanil ya comentado, suelto en Amurga. Doramas, según
las crónicas se refugiaba en “Tirajana”, para nosotros el Santuario de
Amurga, donde se protegía de los nobles con los que estaba enfrentado, por ser
él “trasquilado” o de casta baja. Además según la crónica era “capitán
sin licencia”, porque destacaba por su valor y liderazgo.
Creemos que fue en este territorio y en las batallas ya comentadas, donde se
forjó su leyenda de heroe guerrillero luchando contra las huestes castellanas.
COLÓN Y MASPALOMAS.
La siguiente referencia a
Maspalomas trata sobre el cuarto viaje de Colón a America del que se conoce
solamente la siguiente cita:
“El mismo día [13 de
mayo de 1502] nos hicimos a la vela y llegamos a la Gran Canaria el 20
de mayo, surgiendo en las Isletas. El 24 pasamos a Maspalomas, que está en la
misma isla, para tomar el agua y la leña que eran necesarias en el viaje. De
aquí partimos la noche siguiente hacia la India con próspero viaje,..” (en Historia
del Almirante de Hernando Colón tomado de La Toponímia de Gran
canaria en el tiempo que Colón pasó por ella, de Maximiano
Trapero).
Juan de la Cosa, viaja a la misma
zona dos años después, en 1504:
"Arribaron en la isla de
Gran canaria, e fueron a un puerto o ancón que se llama Maspalomas, e allí
hicieron carnaje e tomaron agua e leña" (en Los
cuatro viajes de Colón y las Islas Canarias (1492-1502) de Antonio
Tejera en la obra citada de Maximiano Trapero).
Antonio Tejera afirma que Colón
eligió Maspalomas, refiriéndose a El Oasis, para recoger agua salobre de la
charca, que no se pudre al almacenarla en pipas de madera y porque en esa zona
había leña de tarajal, un árbol perfecto para hacer fuego en las embarcaciones,
y también por la posibilidad de recoger ganado. (Colón en Gran
Canaria.(1492,1493,1502) Las Islas Canarias en las fuentes colombinas)
Nosotros pensamos que cuando los
cronistas citan Maspalomas, no se refieren exclusivamente a la
Charca y El Oasis, como se piensa en la actualidad sino según lo expuesto
anteriormente, a una zona de costa mucho mayor, con un amplio
abanico de ensenadas donde Colón podría haber realizado la aguada, siendo el
lugar más probable el llamado posteriormente a la arribada de Colón, Pozo del
Lentisco.
El haber realizado la aguada en menos de 24 horas, hizo necesario que para poderse abastecer de carne, de leña y de otros avituallamientos como podría ser la sal, tuvieran que ser ayudados por residentes. En este lugar de la costa se situaba, según creemos “el poblado al pié de la sierra”, con corrales de ganado, que por cierto aún existen hoy día y con un pozo, que con seguridad era de agua salobre, al situarse al lado de la costa, como sucedía con muchos pozos en el cercano Castillo del Romeral.
Los argumentos que enumera Tejera para El Oasis, se pueden citar también para Pozo del Lentisco y se pueden ampliar. Seguramente en esta zona habían tarajales, pero también estaba el pinar de Amurga, al que poder recurrir para conseguir leña, situado relativamente cerca. También creemos que debieron abastecerse de sal, que los canarios recogían en las salinas naturales cercanas. El lugar se situaba en una bahía de abrigo para embarcaciones, situada en la zona de calmas, pero sin adentrarse excesivamente en las mismas, lo cual era nefasto para la navegación. También se llegaba primero a esta zona, navegando desde el Real de Las Palmas, por tanto, por qué seguir hacia el sur, si aquí tenían todo lo que buscaban. Desde el actual Bahía Feliz hasta la Punta de Maspalomas existe una distancia de 7´2 km.
El haber realizado la aguada en menos de 24 horas, hizo necesario que para poderse abastecer de carne, de leña y de otros avituallamientos como podría ser la sal, tuvieran que ser ayudados por residentes. En este lugar de la costa se situaba, según creemos “el poblado al pié de la sierra”, con corrales de ganado, que por cierto aún existen hoy día y con un pozo, que con seguridad era de agua salobre, al situarse al lado de la costa, como sucedía con muchos pozos en el cercano Castillo del Romeral.
Los argumentos que enumera Tejera para El Oasis, se pueden citar también para Pozo del Lentisco y se pueden ampliar. Seguramente en esta zona habían tarajales, pero también estaba el pinar de Amurga, al que poder recurrir para conseguir leña, situado relativamente cerca. También creemos que debieron abastecerse de sal, que los canarios recogían en las salinas naturales cercanas. El lugar se situaba en una bahía de abrigo para embarcaciones, situada en la zona de calmas, pero sin adentrarse excesivamente en las mismas, lo cual era nefasto para la navegación. También se llegaba primero a esta zona, navegando desde el Real de Las Palmas, por tanto, por qué seguir hacia el sur, si aquí tenían todo lo que buscaban. Desde el actual Bahía Feliz hasta la Punta de Maspalomas existe una distancia de 7´2 km.
También creemos
que Colón conocía perfectamente esta zona. Esto es así porque entre
1476 y 1485 permanece Colón en Portugal y Madeira, desplazándose por el
Atlántico, por el norte hasta Islandia y por el sur hasta Guinea,
conociendo las islas Canarias, se sabe que en el tiempo en que estuvo
negociando con los reyes católicos se dedicaba a hacer mapas y venderlos, era
cartógrafo.
Nosotros creemos que esta
costa era estratégica para la navegación y debido a ello perfectamente conocida.
En la misma se realizaban intercambios con los canarios, para el abastecimiento
de las naves, antes y después de la arribada de Colón. También como sucedió
antes, durante y después de la conquista, los piratas y corsarios
entraban por esta costa para capturar esclavos y realizar rapiña. Se sospecha
que Colón se dedicó también a este negocio.
Como una posible prueba del
intercambio que se hacía en esta comarca está el que en el año 1974 se
encuentra en una cueva del Barranco de Tarajalillo, al lado de un
corral de cabras, entre otras cosas, una moneda portuguesa del siglo XVI que se
acuñó en el intervalo entre 1521 y 1557.(Revista El Museo Canario
XXXIII-XXXIV (1972-73). pag 131)
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