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viernes, 18 de julio de 2014

LA DEIDAD DE LA VIRGEN MARÍA UN ENGAÑO DEL CATOLICISMO




  Hablaremos un poco de historia para poder entender de donde viene el dogma de adorar a la virgen María; esta doctrina es originaria del reino de Babilonia, así lo describe la palabra de Dios en el libro de Isaías capitulo 47 verso 1 y 5, en el verso uno dice: hija de Babilonia; y en el verso 5 dice: hija de los caldeos. Indicándonos la palabra de Dios que su origen es babilónico esto acontece en el año 3000 antes de Cristo a través de una mujer llamada Semíramis.
 Semíramis: Para los antiguos griegos  Semíramis (que se  pronuncia s / ) fue una legendaria reina de Babilonia. Ella a veces se identifica con la real Shammuramat (en griego, Semíramis). Semíramis fue una persona real en la antigua Mesopotamia que inventó el politeísmo, era una bruja, físicamente bella y poderosa, que llego a obtener el poder del reino de Babilonia completamente rendida a Satanás, el cual la usó para sus fines de destrucción de la humanidad, ella misma se divinizo instaurando el culto a la diosa Semíramis . Semíramis era la madre adoptiva de Nimrod , el constructor según la Biblia de la Torre de Babel , Semíramis inventa el politeísmo , en un esfuerzo para corromper la fe de sus súbditos que creían en el Dios del Génesis. 
Semíramis, Nimrod, Tammuz y su parentesco con María y Jesús  ¿Quien recibe realmente tus plegarias?
A Semíramis se le conoce con otros nombres Istar o Easter, en inglés. La Biblia se refiere a ella como Astoret y Astarté. Semíramis adopto un niño lo tuvo como hijo el cual le llamo Nimrod (Según la Biblia, Nimrod era descendiente de Adán y bisnieto de Noé a través de la línea de Cam. Fue hijo natural de Cus, pero legalmente heredero de Sem, puede verse en el capitulo de la TORRE DE BABEL). Fue la madre de Nimrod pero después se convirtió en su esposa. Los babilónicos llegaron a considerar a Semíramis como una diosa. Todos los que querían tener acercamiento a Semíramis, y gozar de los privilegios del país, tenían que traer el niño recién nacido. Semíramis pidió un culto para Nimrod, el culto a Nimrod se llamaba moloc. El culto Moloc, llevaban a los niños en cuerpo y alma y lo tiraban a en la hoguera. Parte de los babilónicos estaban de acuerdo y otros no. Optaron por asesinar a Nimrod y lo lograron. Cuando su esposo fue matado, ella según se dice se convirtió en la regente sobre el reino de él. Pero como muchos de sus súbditos no creían que Nimrod fuese el parigual dios que él había sostenido ser, Semíramis temió perder el control sobre ellos. Ella sabía que debía idear algo que pareciese un gran milagro, algo que llenaría al pueblo de estupor y que demostraría que Nimrod era realmente un dios. Semíramis actuó rápidamente se acostó con unos de sus sacerdote y quedo en cinta. Le hizo creer a todo los babilónicos que el dios Nimrod se había reencarnado en ella. Nueve meses más tarde nace el niño y a este niño le ponen como nombre Tammuz. Nace un 25 de Diciembre del año 3005 AC. (Nota: Este nacimiento acontece el 25 de diciembre del año 3005 antes de Cristo, observen la relación que hay con respecto a la celebración del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, tienen la misma fecha; fue implantado por los católicos apostólicos romanos la nueva fecha del nacimiento de Cristo ósea el 25 de diciembre, engañando al mundo ya que esta no es la fecha de nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, la biblia dice bien claro cual es me fundamento en las escrituras. Lucas capitulo 1 verso 26 y 27 dice: Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, (V.27) a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. El sexto mes del calendario o almanaque hebreo es “Elul” comparándolo con el almanaque Gregoriano me indica que es entre Agosto y Septiembre. Lucas capitulo 1 verso 31 dice: Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamaras su nombre Jesús. La palabra “ahora” significa: A esta hora, en el tiempo presente; indicándonos la palabra de Dios que en el mismo día de la visita del ángel a María, ella quedo embarazada y si cuentas desde allí nueve meses, el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo fue en el mes de Zif o Iyyar del calendario hebreo, poniéndolo en paralelo con el gregoriano nos indica que fue entre Abril y Mayo el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, y en la época de primavera, que es el comienzo de la estación seca en Jerusalén; esto nos lo confirma la palabra de Dios en el libro de Lucas capitulo 2 desde el verso 8 hasta el veinte, donde el ángel hablo con los pastores anunciándoles el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, estos estaban pastoreando a la intemperie los rebaños de las ovejas, si hubiese sido el 25 de diciembre en Jerusalén es época de invierno los pastores no hubiesen estado afuera). El 25 de Diciembre era el día más corto del año en el hemisferio norte y señalaba el momento en que los días comenzaban de nuevo a alargarse. Al asociar a Nimrod con el dios Sol, Semíramis proclamó ese día como el cumpleaños del Sol. El árbol de hoja perenne, símbolo de la vida en medio de la muerte del invierno, empezó a relacionarse en esta celebración como símbolo del renacimiento de Nimrod. Esto era exactamente lo que la malvada mujer necesitaba para llevar a cabo su ambicioso plan. Ella dejó correr la voz de que el bebé no tenía un padre humano, sino, que le había sido dado el ser mediante un mágico haz de luz del gran dios sol. De la T de Tammuz es el origen de la cruz de la iglesia romana. ¿Qué sabemos sobre la cruz y cuál es su importancia? Posiblemente no hay un símbolo que represente más al cristianismo. Pero, ¿es realmente cristiano? La cruz con varias y ligeras modificaciones fue un símbolo muy común en la antigüedad pagana. La forma original de la letra caldea tau o "T" era como la cruz actual y precisamente era la inicial de Tammuz, el dios Sol. Esta se marcaba en la frente de quienes se iniciaban en la antigua religión de los misterios. Las vírgenes vestales de la antigua Roma lucían la letra tau suspendida de una cadena alrededor del cuello, como lo hacen muchos en la actualidad. Con los tiempos en babilonia se levanto otro hombre por el partido opositor llamado Kansa el rey Kansa. Persiguió a Semíramis para matarla, he aquí el parentesco de Semíramis y María madre de Cristo. también madre de Jacobo, José, Simón (no Simón Pedro) y Judas( no judas Iscariote), y algunas hijas ( Mateo 13:55 y 56)( Mateo 1:25 ). El rey Kansas persigue a Semíramis para matarla a ella y al niño, huye al desierto llega a un lugar de palmeras y ahí es asesinada con su niño. El rey Kansa le coloca una corona en la cabeza le pone al niño en el brazo izquierdo corta una palma y se la pone en la mano derecha, y dice esta es la gran diosa Semíramis. 
Los babilónicos se fueron para diferentes lugares, los judíos que vivieron y se fueron para sus tierras allá le pusieron Nosemiramis, allá en Israel se llama Astarot, el niño se llama Baal (según Jueces 2:13). La palabra Astarot si la traducimos del hebreo a nuestro idioma significa Reina de la paz o Virgen de la Paz. Si algunos se han fijado de la Virgen de la Paz, como estas con el niño en la mano izquierda con la corona en la cabeza y la palma en la mano derecha, ¿como estas Semíramis en Babilonia? De la misma forma. Tiene otro nombre también se le llama Astarté, la palabra Astarté traducida del hebreo a nuestro idioma significa Virgen de Candelaria.
           
                                               VIRGEN DE LA CANDELARIA 
En los días del profeta Jeremías la virgen María no había nacido todavía. En los días del profeta Jeremías ya estaba el culto a la reina del cielo, si María no había nacido de que reina estaban hablando, Jeremías dice:
(Jeremías 7, 18) Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira. Véase (Jer 44:15-30.) Si María no había nacido de que reina estaban hablando, estaban hablando de Semiramis.
Este fue el origen del falso sistema religioso que envuelve la adoración a la madre y al hijo. De hecho, durante la cautividad de Babilonia, en Jeremías vemos que esa fue la adoración de Israel, la abocada a Semíramis como “Reina del Cielo” (Jer. 7; 18, 19; 44: 15-30). En el templo de Jerusalén, adoraban a Tammuz, el hijo de Semíramis (Ez. 8: 14, 15) Esa diabólica adoración se extendió a lo largo del mundo”
Acordémonos que la Palabra nos habla de Tammuz en Ezequiel:
“Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tammuz. (Ezequiel 8: 14)
No contenta con ser suma sacerdotisa, Semíramis, se proclamó a sí misma diosa y demandó que se le sacrificaran niños. Semíramis capitalizó la rebelión del hombre contra las leyes de Dios sobre el matrimonio.
Promovió el celibato, una cubierta religiosa para luego cometer adulterio, fornicación, homosexualidad, sodomía y lesbianismo. Este celibato, supuestamente separaba a los sacerdotes y los hacía “santos”; les hacía como superiores al resto de los hombres y mujeres que contraían matrimonio y tenían hijos.
  Semíramis, la reina-madre, por inspiración satánica, conocía la profecía de que de una mujer nacería el Mesías (ver Génesis 3: 15). Semíramis decía ser el “espíritu de Dios” encarnado en una madre humana. Su símbolo era la luna. De esta “madre-virgen” pronto aparecieron por todas partes estatuas de ella cargando al pequeño “dios-sol”; el cual decía que era el “salvador”.
Escribe el Pastor David L. Brown, Ph.D. de Logos Resource Pages:
“En Egipto, Semíramis fue llamada Isis y su hijo es Osiris. En Asiria fue Istar y Bacus. En Asia fue Cibeles y Deoius. En la antigua Grecia fue Afrodita y Eros, y en la antigua Roma, fue Venus y Cupido. Los nombres y lugares de la adoración de la madre y el hijo varían de un país a otro a lo largo de los tiempos”
El catolicismo romano ha sido desde su existencia el instrumento por excelencia del diablo para colocar y recolocar el culto a la “virgen y el niño”. Existen 2.800 versiones de la “virgen María” por todo el mundo.
Estas visiones y apariciones han ocurrido en el contexto de las religiones paganas y en el catolicismo romano. Lourdes,  Pilar, Fátima, Lanka, Guadalupe, Medjugorke, etc. etc.   Para los chinos era Shingmoo; los bárbaros germanos tenían a Hertha. Los escandinavos la llamaban Disa; los celtas, Virgo Paritura; en la India, Indrani, Devaki (y el niño Krishna); en el Japón, Amaterasu o Akita. Para los aztecas, Xochiquetzal; para los chibchas, Bachue; para los muiscas, Hiutaca.
  La “diosa” Semíramis reclamaba que su hijo fue concebido de una forma sobrenatural, y que él era la simiente prometida, el “salvador del mundo”. Al tiempo reclamaba la misma adoración, no sólo para el hijo, sino para ella como su madre.
Las historias de Nimrod, Semíramis y Tammuz circularon por todo el mundo. Ese culto se hizo popular y empezó la mitología. Según la cultura, se adoptaron diferentes nombres, y llegaron a ser la “sagrada familia”.
Semíramis llegó a ser conocida como la “Reina del cielo”. Satanás utilizó a sus demonios para que produjeran “apariciones” por todo el mundo de esa “virgen-madre”, las cuales llamaron y llaman, “milagros”.
  Cronología mariana
Aquí van algunas fechas históricas que tienen que ver con el culto mariano romano:
  El “ora pro nobis” no aparece hasta la fecha del año 600.
La procesión del “Santo Sacramento” y el “Ave María”, en el año 1011.
La “Salve Regina” aparece en el 1237.
La invención del “escapulario” es debida al carmelita Stock en el año 1251.
El “rosario” en el año 1470.
La fiesta de la “concepción” en el 1475.
El dogma de la Inmaculada Concepción por el papa Pío IX en 1854.
El dogma de la “Asunción de la Virgen” en el año 1950.
Como puede apreciarse en esta lista, contemplando el amplio espectro temporal,  partiendo de la baja Edad Media, el engaño y la oscuridad espiritual fue en aumento progresivo hasta nuestros días. Roma ha venido a hacer de María una diosa. Esa es la triste realidad.
“El “Ave María” es el punto central del “Rosario”, y fue inventado en una fecha tan tardía como la del año 600 de nuestra era. La segunda parte de esa perversión, es una petición en la que el orante requiere la mediación de María como “madre de Dios”, especificando "...ahora y en la hora de nuestra muerte". Por lo tanto se hace de María, mediadora, usurpándole ese ministerio a Jesús; no en vano ignorantemente la llaman: la “reina del cielo”
                                 
“El rosario con la explicación de su pagano e inútil procedimiento de uso de vanas repeticiones”
  El linaje de "La Virgen María, Madre de Dios
y Reina del Cielo"
Semíramis - Ninkarsag - Isis - Cibele
- Ishtar - Astarté - Virgen María.
  Diodorus, varón griego de Cecilia, cuenta la historia de Semíramis (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 267).
Al morir Nimrod, Semíramis se proclamó a sí misma “Rhea”, es decir, “Madre de los dioses”. Tomemos nota: “Madre de los dioses” es un distintivo muy notable y común en los anales de la raza humana. Más adelante en la historia, Nimrod, ya muerto pero no olvidado, se conocía como “Baal”, título que significa “Señor” o “Amo”. También lo llamaban “Kronos”. A este los romanos llamaban “Saturno” (A-31). Siendo Semíramis la esposa de “Baal”, su título hubiese sido “Baalti”.
-Traducido al latín, “Baalti” significa “Mea Domina”. Traducido al italiano, el nombre o título es ¡“Madonna”!
-Siguiendo la tradición idolátrica originada en Sumeria-Caldea, la Iglesia Católica Romana llama a María “la Madona”, título que jamás se le confiere en la Biblia. Así pues, los eslabones lingüísticos forjan un enlace indiscutible entre la muy antigua diosa madre Baalti (Semíramis) y la “Madona” del catolicismo romano. ¿Qué investigador, historiador o teólogo es capaz de probar que esto no es como lo presentamos? Afirmamos confiadamente que las multitudes de católicos romanos, al venerar a la Virgen María (la “Madona”) con fervor que sobrepasa su adoración a Cristo, siguen propagando entre los seres humanos, sin percatarse la gran mayoría de lo que hacen, el antiguo concepto idolátrico de una poderosa “diosa madre pagana” , “Madre de los dioses” . El estudiante perspicaz de la historia humana y del libro de Apocalipsis no pasa por alto tan evidente conexión fuerte entre el paganismo de la antigua Sumeria-Caldea y la “Mariología” de la Iglesia Católica Romana.  Volviendo a Semíramis, ella aseguró que su hijo Tammuz había nacido de forma milagrosa, reclamando que él era la reencarnación de Nimrod. Los escritores clásicos identifican a Tammuz como“Bacus”, nombre que significa “Hijo lamentado”. Este “Hijo lamentado” algunos lo asocian con la profecía de Génesis 3:15. La semejanza entre Tammuz y Cristo es evidente. De ambos se dice que su nacimiento era milagroso. “Hijo lamentado”, o “hijo de sufrimiento”, son aplicados a ambos. Uno de los dos es un falso “mesías”. Nacido de una mujer que tuvo la osadía de llamarse “Madre de los dioses”, Tammuz es el falso. Cristo, y no Tammuz (Bacus), es quien cumple Génesis 3:15.
 Se teoriza que Semíramis desempeñara un papel importante en el desarrollo de los “Misterios caldéanos”, los que sirvieron para propagar la idolatría que ella fomentaba. Semíramis, en el carácter mitológico de la diosa Isis (Helena), figura en una secta samaritana alegadamente organizada por Simón el Mago. “Claramente, Osiris era Nimrod, e Isis era Semíramis. Así pues, Simón Mago decía que él mismo había sido el poder que moviera a Nimrod y que Helena era Semíramis, la Reina del Cielo” 
 
En Sumeria , se adoraba a la diosa “Ninkarsag” , a quien le decían la “Madre Dolorosa” , intercediendo ella, como se creía, entre los seres humanos y los “dioses duros”, pues estos se inclinaban a tratar con aspereza a  los humanos. (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 267) El parecido entre la mitológica “Ninkarsag” y la “Madre Dolorosa María” es asombroso, pues el concepto católico de una “madre intercesora” es casi idéntico al que tenían los antiguos sumerios de su diosa Ninkarsag. Para el católico, la “Virgen María” es más tierna, comprensiva y compasiva que el “fuerte” Jehová, aún más que el hijo Jesucristo. De ahí, su notable tendencia de apelar más a la “Virgen” que a Cristo mismo, pese a la clara enseñanza del Espíritu Santo, diciendo este que “hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” ( 1 Timoteo 2:5 ).
Desde tiempos remotos, la “gran ramera” viene “sentada” sobre reinos idolátricos. Se sentó primero sobre Sumeria-Caldea, dominándola, gobernándola y corrompiéndola.
 
(a)  En Sumeria, “los sacerdotes llegaron a ser la clase más rica y poderosa en las ciudades. En cuanto a la mayoría de los asuntos, ellos eran el gobierno . Resulta difícil determinar hasta qué medida el ´patesí´ (líder) era sacerdote o hasta qué punto era rey” (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 128).
 
(b)  Las grandes ciudades de Sumeria “fueron organizadas alrededor de templos y burocracias sacerdotales” (Microsoft CD-ROM, Bookshelf, 1994). Paralelamente, en Italia, España, México, Colombia, Perú, República Dominicana, Puerto Rico o dondequiera que haya alcanzado poder la Iglesia Católica Romana, en el mismo centro de ciudades, pueblos o aldeas se encuentra una catedral o una capilla católica romana , desde cuyo recinto “sagrado” el clero católico romano pretende controlar no tan solo almas sino también la política y aun la economía , logrando ampliamente sus propósitos al poder imponer su voluntad.
  EGIPTO.
  (1)  Entre los descendientes de Noé, algunos fueron a parar en el fértil valle del gran río Nilo, donde establecieron el reino de Egipto.
(2)  Trajeron consigo sus creencias idolátricas, incluso la veneración de una “diosa madre”. A esta la llamaron “Isis” ,  dándole también el título “Madre de Dios” .
(3)  La “gran ramera”, tomando la forma de “Isis”, se sentó en Egipto, haciendo sentir su presencia y poder a través de los sacerdotes que la servían en palacios y templos del país.
(4)  Las imponentes pirámides, los templos con sus finas columnatas, las enormes esculturas de dioses, diosas y faraones, el arte y los escritos jeroglíficos del antiguo Egipto, todos evidencian la tremenda influencia que ejercía la religión idolátrica sobre los gobernantes y el populacho del Imperio. Incuestionablemente, la “gran ramera” estaba sentada sobre Egipto, no cediendo su posición durante más de tres mil años. Confrontado por Moisés y Aarón, el Faraón se recurre a los representantes de la religión pagana en Egipto, los “sabios” y “hechiceros” de su reino ( Éxodo 7:8-13), acontecimiento que pone de relieve el estrecho enlace entre el poder secular y el poder religioso en Egipto.
(5)  Más de tres mil años después de instituirse el culto a Isis en Egipto, los teólogos católicos de Alejandría (Egipto) dieron el título “Madre de Dios” a la también mítica “Virgen María” inventada por ellos. Haciéndolo, no seguían ninguna indicación bíblica sino la muy arraigada tradición de la “diosa madre pagana del universo”. Para los egipcios, Isis era “Madre de Dios”. Para los católicos, la “Virgen María” es la “Madre de Dios”.(B-20). ¿Quién es la verdadera “Madre de Dios”? ¡Ninguna de las dos! La doncella judía María era la madre, según la carne, de Jesucristo, pero jamás la madre de Cristo en su existencia como Ser espiritual. Admirarla por su santidad y el privilegio de ser madre carnal del Cristo encarnado, esto, sí, podemos hacerlo, y lo hacemos, pero venerarla, o adorarla, como “Madre de Dios”, esto no lo debemos hacer.
(6)  Según la mitología egipcia, la diosa Isis tuvo un hijo llamado “Horus” (“Osiris”). Isis, con su hijo Horus; María, con su hijo Jesús. El paralelismo es evidente; la teología también es la misma en varios aspectos. ¿Qué es la “Virgen María, Madre de Dios” sino otra “diosa madre” en el largo linaje continuo de “diosas madres” que data desde Semíramis? A la “Virgen María” la presentan con vestimentas “cristianas”, pero su verdadera identidad no es oculta para el estudioso imparcial de estos temas.
  ASIRIA.
  En el Imperio Asirio, la “diosa madre” (la “gran ramera” que se sienta es este país) es Cibele, y su “hijo” se llama Deoius .
d)  BABILONIA. La “diosa madre” que se sienta en Babilonia es Ishtar. “Como diosa, Istar era la gran madre, la diosa de la fertilidad y la reina del firmamento.” (Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 -Microsoft Corporation.) Esta diosa fue asimilada por los griegos, llamándola ellos “Astarté”, precursora de “Afrodita”. Los romanos la conocían como “Venus”, también adorándola.
(1)  Ishtar, diosa de la fecundidad en los seres humanos, los animales y las plantas, hacía que todo se procreara y creciera (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 235).
(2)  Los babilonios dieron varios títulos a Ishtar, entre ellos: “La Virgen”, la “Santa Virgen” y la “Virgen Madre” (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 235) . Asombrosamente, ¡estos títulos son los mismos dados por los católicos a la “María” que veneran!
(3)  Una letanía babilónica a Ishtar rezaba: “Señora de las señoras, diosa de las diosas... exaltada por encima de todos los dioses” (La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 235-236).
(4)  La diosa Ishtar “se sentó” sobre Babilonia. “Ningún rey emprendería una campaña ni avanzaría hacia una batalla, ningún babilonio arriesgaría decisión crucial alguna ni iniciaría empresa importante, sin ocupar a un sacerdote o mago para que le leyera las señales”(La historia de la civilización, Tomo I, Will Durant, Página 244).
  GRECIA. 
  La “diosa madre pagana” es Astarté, o Afrodita, con su infante. O es Irene, la diosa de la paz, con su hijo Plutón.
  ROMA.
   La “diosa madre pagana” (la “gran ramera”) es Fortuna (“Venus”), con su hijo Júpiter .
  ÉFESO.
   La “diosa madre pagana” es “Diana”. Con sus múltiples senos al descubierto, las estatuas de Diana proyectan la fecundidad atribuida universalmente a “diosas madres”. Curiosamente, una torre figura en la corona de Diana, símbolo, tal parece, de la torre de Babel, cuyo significado se conserva de varias formas en las religiones idolátricas (A, 29-30).
  CHINA.
   La “diosa madre pagana” es “Shing Moo”, nombre que significa “Santa Madre”. La representaban con un arco de gloria alrededor de su cabeza y un infante en sus brazos, más o menos como los católicos representan a su “Virgen María, con el Niño Dios”.
  ALEMANIA.
   La “diosa madre pagana” es la virgen “Herta” .
  DINAMARCA, FINLANDIA y SUECIA. 
  La “diosa madre pagana” es “Disa”, con su infante al hombro .
  INDIA.
   La “diosa madre pagana” es “Indrini”, con su niño. También se conocía como “Isi”, la “gran diosa” , con su hijo “Iswara” (B-14; A-20).

EL SINCRETISMO CATOLICO ROMANO
 Más tarde, cuando fue establecido el catolicismo romano bajo las falsas pretensiones religiosas de Constantino, aproximadamente por el año 325 d. C., todo la mezcla del paganismo babilónico y romano, fue introducido deliberadamente al cristianismo.
La antigua Semíramis (Venus, Osiris, etc.) pasó a llamarse “virgen María” y a la encarnación del dios sol Tammuz (Baal, Moloc, etc.), se le llamó “Jesús”. El culto a Semiramis creció y fue tan propagado y luego después de todo cuando Cristo comenzó a fundar su iglesia la biblia dice que cada día se iban añadiendo a la congragación los que tenían que ser salvo, el culto a Semiramis fue cayendo, eran miles de los que se convertían a Cristo y le seguían con todo su corazón. El romanismo dijo si seguimos adorando a Semiramis nadie nos va a seguir, tenemos que quitarle el nombre ¿qué nombre le vamos a poner a la estatua?, no le podían poner Carme y Juana, la mujer amada por todos los apóstoles y todos los judíos era María, María estuvo en el día de pentecostés ahí estaba ella con ellos, María estaba en los momentos difíciles de la iglesia ahí estaba con ellos. Luego en el año 609 DC. El catolicismo le quita el nombre de Semiramis y dicen esta es la estatua de la santa virgen María, el niño que tienes en el brazo es Jesús y ella es María y la gente dijo amen.
  Comentarios LA DEIDAD DE LA VIRGEN MARÍA UN ENGAÑO DEL CATOLICISMO
Resurge la devoción a María


“RENOVADA la veneración de María... el papa a la delantera en el resurgimiento de interés en la madre de Jesús.” Ese encabezamiento de cuatro columnas en el Star de Toronto, que apareció sobre un artículo en el cual se consideraba el aumento en la “devoción a la Virgen María,” es típico de los informes que se están publicando por todas partes del mundo. “El papa es intensamente devoto para con la Virgen,” escribió el Times de Nueva York, y agregó como prueba de esto que el papa Juan Pablo II recientemente ha visitado templos dedicados a María en México, Polonia, Italia e Irlanda. De hecho, según el diario parisiense Le Monde, toda la visita de él a Irlanda tuvo por tema: “María la Reina de la Paz.”

Es verdad que el Concilio Vaticano II (1962-1965) reafirmó los tradicionales dogmas católicos en cuanto a María, pero se admite por lo general que el Vaticano II hizo que disminuyera la devoción a María entre los católicos de muchos países. Ya para el 1974 el papa Pablo VI consideró necesario publicar una “exhortación apostólica” de 30.000 palabras, Marialis Cultus (devoción o culto a María), en la cual exhortó a que se aumentara la devoción a la “Virgen María.”

Es bastante patente que a Juan Pablo II le parece que las devociones dirigidas a María necesitan más atención. Por lo tanto, está poniendo el pleno poder de su autoridad papal tras de la campaña para reavivar la devoción que se da a María. Pero ¿cuál será el efecto de la posición que él ha adoptado con relación a este dogma?

El adorar a María tuvo comienzo lento

Obras de referencia católicas admiten francamente que el adorar a María no se remonta hasta los tiempos apostólicos. The Catholic Encyclopedia declara:

“La devoción a Nuestra Bienaventurada Señora a fin de cuentas debe considerarse como una aplicación práctica de la doctrina de la Comunión de los Santos. Dado que esta doctrina no se encuentra, por lo menos de manera explícita, en las versiones más antiguas del Credo de los Apóstoles, tal vez no haya razón para que nos sorprendamos de no hallar rasgos claros del cultus [adoración] de la Bienaventurada Virgen durante los primeros siglos de la era cristiana.”

En su forma original el Credo de Nicea (325 E.C.) no hace mención alguna de la “Virgen María.” No fue sino hasta el Concilio de Éfeso, celebrado en 431 E.C., que en el dogma católico se designó a María como la “Madre de Dios” (griego: Theotokos, literalmente “la que da a luz a Dios”). Y hasta en ese entonces esto no se hizo tanto para estimular la devoción a María como para defender ideas trinitarias (es decir, para combatir a Nestorio, quien negó que Jesús hubiera nacido como combinación de Dios y hombre). ¿Por qué tal falta de atención a la devoción a María?
Esto se debe a que esta práctica no está basada en la Biblia, sino en literatura apócrifa, como el llamado “Evangelio de Santiago” y los Oráculos Sibilinos. Según The Catholic Encyclopedia, no fue sino hasta más tarde durante la Edad Media, después del año 1000, “que empezó a manifestarse de manera organizada, en forma de una gran multitud de prácticas de devoción, el profundo sentimiento de amor y confianza para con la Bienaventurada Virgen, sentimiento que hasta entonces se había expresado solamente de manera vaga y conforme a los impulsos de religiosidad de cada individuo.” Fue durante ese tiempo que por toda Francia se edificaron y dedicaron muchas de las catedrales góticas de la Edad Media a Notre Dame (Nuestra Señora).
En lo que toca a la “Salutación Angélica” (Ave María), A Catholic Dictionary nos informa que “parece que las partes 1 y 2 llegaron a usarse corrientemente como fórmula de devoción hacia fines del siglo doce; . . . se cree que el resto de la estrofa llegó a usarse a mediados del siglo quince.” ¡Verdaderamente tardó en completarse!
La doctrina de la “Inmaculada Concepción,” la cual alega que María estuvo exenta del pecado original desde el momento de ser concebida, no llegó a ser artículo de la fe católica sino hasta 1854. ¿Por qué? La misma obra de referencia católica nos informa que la controversia sobre esta doctrina había estado ardiendo dentro de la Iglesia Católica desde el siglo doce y que a algunos “obispos de gran eminencia” les parecía que este dogma no tenía suficiente apoyo en “las Escrituras ni en la Tradición para que se hiciera artículo de fe.”

La devoción a María recibió impulso adicional en fecha tan reciente como la del año 1950, cuando el papa Pío XII definió la “Asunción Corporal de la Bienaventurada Virgen” (que no se permitió que su cuerpo se descompusiera, sino que fue llevado a los cielos) como artículo de fe, es decir, como creencia obligatoria para los católicos. ¿No es extraño que aparecieran a fecha tan tardía dogmas fundamentales relacionados con tal devoción, si era la voluntad de Dios que los cristianos dieran a María veneración y culto?
¿Tuvo María otros hijos?

Ningún cristiano que crea en la Biblia duda que María haya sido virgen cuando concibió y dio a luz a Jesús. (Mat. 1:18-23; Luc. 1:34, 35) El dogma que separa a los católicos de los protestantes y que ahora está causando divisiones hasta entre los católicos es el de la perpetua virginidad de María. Dos libros de publicación reciente, ambos con la colaboración de autores católicos, sugieren una nueva manera de abordar la cuestión de la devoción a María.

Uno de estos libros, escrito en inglés por un grupo de eruditos católicos, luteranos, reformados y anglicanos, se intitula: “Mary in the New Testament” (María en el Nuevo Testamento). En explicación de la razón por la cual se escribió este libro, uno de los coautores, Joseph A. Fitzmyer, de la Universidad Católica de América, declaró:
“Los católicos modernos tienden a pensar que todo lo que constituye la religiosidad de nuestro siglo veinte se deriva del Nuevo Testamento, pero, con gran frecuencia, aquello a lo cual nos hemos acostumbrado no es lo que estaba en la mente del escritor bíblico, si no las reflexiones de creyentes que vivieron en siglos subsiguientes.”

Comentando sobre este libro, Tom Harpur, redactor de temas religiosos del Star de Toronto, escribió:

“El grupo estaba dividido en cuanto a si la evidencia señala o no que María haya tenido otros hijos después de haber tenido a Jesús.
. . .
“Sin embargo, el libro indica que en 1976 un comentario por el erudito católico romano alemán Rudolph Pesch francamente expresó la opinión de que estos parientes eran, de hecho, hermanos carnales.

“En lo que toca a las dos doctrinas que aparecieron posteriormente —la de que María fue concebida inmaculadamente, sin pecado, y la de que luego ascendió corporalmente a los cielos— los eruditos tienen poco que decir debido a que en el Nuevo Testamento no hay nada sobre ninguna de estas dos creencias.”

El otro libro, escrito en francés por el autor católico Jean Gilles, se llama Les “frères et sœurs” de Jesus (Los “hermanos y hermanas” de Jesús). Este ha causado gran controversia entre los católicos franceses. Y no es sorprendente esto, pues en su conclusión el autor declara:

“Brevemente y en lenguaje mesurado, por fidelidad a la Iglesia [Católica], creo que puedo resumir los resultados de mi investigación como sigue. . . . Los CUATRO Evangelios CANÓNICOS suministran evidencia concordante en el sentido de que Jesús tuvo verdaderos hermanos y hermanas en su familia. . . . Ante este consecuente conjunto de prueba, la posición tradicional [de la Iglesia Católica Romana] parece vulnerable y frágil.”
Los peligros de la devoción a María

Admitiendo los peligros de dar devoción a María, The Catholic Encyclopedia declara: “Es imposible negar que la devoción popular a la Bienaventurada Virgen a menudo estuvo acompañada de extravagancia y abusos.” En época tan remota como a fines del siglo cuarto, el “santo” católico Epifanio condenó el que se ofrecieran tortas a María, y declaró: “Que nadie reverencie en adoración a María.” La misma enciclopedia nos informa: “Ya en el año 540 hallamos, en el centro del ápice de la catedral de Parenzo, un mosaico en el cual [María] está sentada en un trono como Reina de los Cielos.”
¿No fue precisamente esta clase de adoración pagana lo que provocó la ira de Dios allá en el tiempo de la nación de Israel? La Biblia relata: “Los hijos recogen leña, los padres prenden fuego, las mujeres amasan para hacer tortas a la Reina de los Cielos, y se liba en honor de otros dioses para exasperarme.”—Jer. 7:18; 44:15-30.
Este peligro todavía existe. Daniel L. Migliore, profesor adjunto de teología en el Seminario de Princeton, escribió recientemente: “Cometemos un sinnúmero de violaciones con relación a María. . . . La hemos hecho la Reina de los Cielos.” El arzobispo católico de Toronto, Carter, dio la siguiente explicación de la razón por la cual el Concilio Vaticano II trató de atenuar o moderar la veneración religiosa de María: “El Concilio tenía presente la clase de abusos que se ven, por ejemplo, en algunos países latinoamericanos, donde a veces se ha colocado a María por encima de todo lo demás.” Los “abusos” a los cuales puede conducir la veneración religiosa de María llegan a verse claramente en sitios de peregrinaje dedicados a María como el de Lourdes, en Francia, y el de Fátima, en Portugal.

Además de ser un peligro para los católicos, la mariolatría indudablemente causa disensión dentro de la cristiandad, dado que la mayoría de los protestantes rechazan la devoción a María como idolatría. También, la información que se acaba de presentar demuestra que los católicos están divididos entre sí sobre la cuestión de si son bíblicos o no los dogmas acerca de María.

Queda claro, por lo tanto, que al hacer que resurja la adoración a María el papa Francisco I no está haciendo nada para unir a los católicos entre sí ni para acercarlos a las demás religiones de la cristiandad. Es más, no está haciendo nada para restaurar el verdadero cristianismo tal como lo practicaron los apóstoles y los primeros discípulos de Cristo.

Un punto de vista equilibrado de María

La Biblia nos permite respetar y aun amar a María como discípula fiel de Jesús. (Hech. 1:14) Las Escrituras muestran claramente que María, como cristiana ungida, sería ‘resucitada en cuerpo espiritual’ para ‘heredar el Reino de los cielos,” junto con los 12 apóstoles y otros fieles cristianos del primer siglo.—1 Cor. 15:42-54; 1 Tes. 4:13-16.
Sin embargo, en ninguna parte de la Biblia se nos autoriza a venerar en culto a María ni orarle para que interceda por nosotros Las oraciones deben dirigirse a Dios, por medio de Cristo. (Juan 14:6, 13; Hech. 4:12) No deberían creer las mujeres ni los hombres católicos que recibirían menos compasión y comprensión al orar a Dios en el nombre de Cristo que al orar a María.

Acerca de Dios leemos lo siguiente: “Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Yahvéh para quienes le temen; que él sabe de qué estamos plasmados, se acuerda de que somos polvo.” (Sal. 103:13, 14) En cuanto a Cristo está escrito: “Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.”—Heb. 4:15; vea también Filipenses 4:6, 7.

¿Fue María la madre de Dios?

“Por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios [no Dios mismo].”—Luc. 1:35.

¿Nació María sin pecado?

“Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días; . . . Al cumplirse los días de su purificación, . . . presentará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de Reunión, un cordero . . . Mas si a ella no le alcanza para presentar una res menor, tome dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura.” (Lev. 12:2, 6, 8) “Cuando, según la Ley de Moisés, se cumplieron los días de la purificación de ellos, [José y María] llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor . . . y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor [un ave como ofrenda quemada, la otra como ofrenda para expiación de pecados para María].”—Luc. 2:22, 24.

¿Permaneció virgen María después del nacimiento de Jesús?

“[José] recibió a su mujer, y no se unió a ella antes que diera a luz un hijo.”—Mat. 1:24, 25, “Sagrada Biblia,” Versión Cantera-Iglesias.

¿Tuvo María otros hijos después del nacimiento de Jesús?
“Y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en panales.” (Luc. 2:7) “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos [Griego: adelphoi, “hermanos,” no syngenes, “parientes” o “primos”] Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas ¿no están todas entre nosotros?”—Mat. 13:55, 56.

¿Podría la palabra “hermanos” en la Biblia referirse a los discípulos de Jesús, sus hermanos espirituales?

“Después de esto bajó a Cafarnaúm, él, su madre y hermanos y sus discípulos.” (Juan 2:12, “Sagrada Biblia,” Versión Cantera-Iglesias) “Y le dijeron sus hermanos: ‘Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces, . . .’ Es
que ni siquiera sus hermanos creían en él.”—Juan 7:3, 5.

¿Fue llevado al cielo el cuerpo físico de María?

“Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción; se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Os digo esto, hermanos: la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de los cielos.”—1 Cor.
15:42, 44, 50.

¿Deberían dirigirse oraciones a María?

“Le dice Jesús: ‘Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.’”—Juan 14:6, 13.

http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/102005649
http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200002918
FELIPE MONTEROFELIPE MONTERO 06/04/2013 a las 23:04
¿Existe todavía el culto a la diosa madre?

EL CULTO a la diosa madre todavía se practicaba en los días de los cristianos primitivos. El apóstol Pablo se enfrentó con tal práctica en Éfeso, Asia Menor. Como en Atenas —otra ciudad donde se veneraban diosas—, Pablo había dado testimonio allí acerca del “Dios que hizo el mundo”, el Creador vivo, quien no es “semejante a oro, o plata, o piedra, [ni] semejante a algo esculpido por el arte e ingenio del hombre”. Aquello fue el colmo para los efesios, pues la mayoría de ellos adoraban a la diosa madre Ártemis (Artemisa). Los que se ganaban la vida haciendo templetes de plata de la diosa provocaron un alboroto. Por unas dos horas la muchedumbre clamó: “¡Grande es Ártemis de los efesios!”. (Hechos 17:24, 29; 19:26, 34.)

La Ártemis de Éfeso

Los griegos también adoraban a una Ártemis, pero la identificación de esta con la Ártemis que se veneraba en Éfeso solo puede ser vaga. La Ártemis griega era una diosa virgen de la caza y el alumbramiento. La Ártemis efesia era una diosa de la fecundidad. Su enorme templo en Éfeso era visto como una de las siete maravillas del mundo. Su estatua —de la que se creía que había caído del cielo— la representaba como una personificación de la fertilidad, con el busto cubierto de hileras de pechos de forma ovalada. La forma extraña de esos pechos ha dado origen a varias explicaciones, como la de que representan guirnaldas de huevos o hasta testículos de toros. Sea cual sea la explicación, queda claro que es símbolo de la fertilidad.

Es interesante notar que, según The New Encyclopædia Britannica, la estatua original de aquella diosa “estaba hecha de oro, ébano, plata y piedra negra”. Una estatua muy conocida de la Ártemis efesia —estatua que data del siglo II E.C.— la presenta con rostro, manos y pies negros.

La imagen de Ártemis era paseada por las calles. El escriturario R. B. Rackham escribe: “Dentro del templo [de Ártemis] se guardaba[n] [...] sus imágenes, templetes y utensilios sagrados, de oro y plata, que en las grandes fiestas se llevaban a la ciudad y luego se devolvían [al templo] en una procesión magnífica”. Aquellas fiestas atraían a centenares de miles de peregrinos de toda Asia Menor. Ellos compraban templetes de la diosa y la aclamaban como grande, su señora, la reina, la virgen, “la que escucha y acepta las oraciones”. En medio de aquel ambiente, requirió gran valor el que Pablo y los cristianos primitivos alabaran al “Dios que hizo el mundo”, en vez de a dioses y diosas hechos de “oro, o plata, o piedra”.

De diosa madre a “Madre de Dios”

El apóstol Pablo predijo una apostasía cuando habló con los ancianos de la  congregación cristiana de Éfeso. Advirtió que se levantarían apóstatas y hablarían “cosas aviesas”. (Hechos 20:17, 28-30.) En Éfeso, entre los peligros siempre ocultos estaba el volver a la adoración de la diosa madre. ¿Ocurrió eso en realidad?
En la New Catholic Encyclopedia leemos: “Como centro de peregrinación, se consideraba que Éfeso era el lugar donde había sido enterrado [el apóstol] Juan. [...] Otra tradición, de la cual da testimonio el Concilio de Éfeso (431), enlaza a la Santísima Virgen María con San Juan. La basílica donde se celebró el Concilio se llamó la Iglesia de María”. Otra obra católica (Théo—Nouvelle encyclopédie catholique) habla de la “tradición creíble” de que María acompañó a Juan a Éfeso, y allí pasó el resto de su vida. ¿Por qué es importante para nosotros hoy ese supuesto enlace entre Éfeso y María?
Permitamos que The New Encyclopædia Britannica conteste: “La veneración de la madre de Dios recibió su impulso cuando la Iglesia Cristiana se convirtió en la iglesia imperial bajo Constantino, y las masas paganas entraron a raudales en la iglesia. [...] Su devoción y su religiosidad se habían desarrollado por milenios mediante el culto a la ‘gran madre’ divina y a la ‘virgen divina’, algo que venía desde las viejas religiones populares de Babilonia y Asiria”. ¿Qué mejor lugar podía haber que Éfeso para la “cristianización” del culto a la diosa madre?

De modo que en Éfeso, en 431 E.C., el llamado tercer concilio ecuménico declaró oficialmente a María “Theotokos”, palabra griega que significa “portadora de Dios” o “Madre de Dios”. La New Catholic Encyclopedia dice: “El que la Iglesia usara este título fue indudablemente un paso de importancia decisiva para el desarrollo de la doctrina y la devoción marianas en siglos posteriores”.

Las ruinas de la “Iglesia de la Virgen María”, donde se reunió aquel concilio, todavía pueden observarse allí donde estaba la antigua Éfeso. También se puede visitar una capilla que, según una tradición, fue la casa donde vivió y murió María. El papa Paulo VI visitó esos santuarios marianos de Éfeso en 1967.

Sí, Éfeso fue el foco de la transformación del culto pagano a la diosa madre —como el que halló Pablo en el primer siglo— en una devoción ferviente a María como “Madre de Dios”. Es principalmente mediante la devoción a María como la adoración de la diosa madre ha sobrevivido en las tierras de la cristiandad.

La adoración de la diosa madre todavía existe

Según la Encyclopædia of Religion and Ethics, el escriturario W. M. Ramsay razona que en “el siglo V la honra que se daba a la Virgen María en Éfeso era [una forma reavivada] del viejo culto pagano que se daba a la Virgen Madre en Anatolia”. El Diccionario teológico del Nuevo Testamento declara: “Las representaciones católicas de la ‘madre de Dios’ y de la ‘reina de los cielos’ son posteriores al N[uevo] T[estamento] y, por otra parte, tienen antecedentes en religiones orientales más antiguas. [...] En el culto a María que aparece posteriormente se encuentran muchos vestigios de los cultos paganos de la madre y de la virgen divinas”.

Esos vestigios son demasiado numerosos y detallados para que sean casualidad. No se puede negar la similitud que existe entre las estatuas de madre e hijo de la Virgen María y las de diosas paganas, como Isis. Los centenares de estatuas e iconos de la Virgen Negra en iglesias católicas de todo el mundo no pueden dejar de traer a la memoria la estatua de Ártemis. La obra Théo—Nouvelle encyclopédie catholique dice lo siguiente de esas Vírgenes Negras: “Parece que han sido un medio de transferir a María lo que restaba de la devoción popular a Diana [Ártemis] [...] o Cibeles”. Las procesiones del día de la Asunción de la Virgen María también tienen como prototipo las procesiones en honor de Cibeles y Ártemis.

Los títulos mismos que se dan a María nos recuerdan a las diosas madres paganas. A Istar se la aclamaba como la “Santa Virgen”, “Señora mía” y “la madre misericordiosa que escucha las oraciones”. Tanto a Isis como a Astarté se las llamaba “Reina del Cielo”. A Cibeles se la denominaba “Madre de todos los Benditos”. Todos esos títulos, con ligeras variaciones, se aplican a María.
ELISEO SANHUEZA BRICEÑOELISEO SANHUEZA BRICEÑO 09/04/2013 a las 07:47
mmmm esta muy interesante
guisel muñosguisel muños 01/08/2013 a las 23:57
Excelente investigación y discernimiento profético.
Por esta razones de sincretismo y terrible herejía idolátrica promovido por las altas jerarquías católicas Romanas que ha pervintiedo el derecho y la sana doctrina confundiendo de manera infame y diabolica a la iglesia del Señor Jesucristo, como necios y ciegos hipócritas , que cierran el Reino de los cielos ni entran estos ni dejan entrar a los que están entrando, y recorren mar y tierra para hacer adeptos y una vez hechos los hacen dos veces mas hijos del infierno que ellos, pues con estratagema de hombre emplean con astucias las artimañas del error para engañar ; a estos les ha enviado Dios profetas sabios y escribas, y de ellos a unos matan a otros crucifican a otros apedrean y azotan en sus iglesias a otros persiguen de ciudad en ciudad ; y así le dice el Señor Todo Poderoso;así vendrá sobre vosotros la sangre de los justos que se ha derramado sobre la tierra desde mi siervo Abel, la que clama a Mi desde la tierra. Serpientes generación de víboras como escapareis de la condenación del infierno? MATEO 23:13-15; 34-36; EFESIOS 4:14.
El que tenga oídos que oiga lo que el Eterno dice a la iglesia . ALELUYA
MARCO FIDEL CRUZ M 

sábado, 5 de julio de 2014

LA CONSTELACION DEL VIRGO Y EL CULTO A LA DIOSA MADRE






Fernando Hernández González (*)

Las observaciones astronómicas y las ideas religiosas relacionadas con ellas comenzaron antes de la época en el que Tauro era la constelación del primer mes de la primavera aproximadamente entre el 4.300 y el 2.100 antes de nuestra Era. El solsticio de verano de esta época tenía lugar en la constelación de Virgo a la que los antiguos sumerios tributaban una adoración especial, junto a la estrella más brillante de esta constelación, la Spica (espiga) por estar a la misma vez en el cenit de la vía láctea. Con el nombre de Ishtar, los babilonios rindieron culto a la que consideraban reina de los cielos a la par que madre de dioses, seres humanos, animales y plantas siendo posteriormente el origen de los cultos a otras diosas en diferentes culturas como la egipcia Isis, la cartaginesa Tanit o la católica Virgen María, con las mismas connotaciones religiosas de ser madre, virgen y precursora de la fertilidad al mismo tiempo y a la constelación de Virgo como su representación celeste.


El culto católico no fue ajeno a estas influencias religiosas en relación a la astronomía. Hay distintas pruebas que demuestran la dependencia del culto católico en general respecto a los fenómenos que ocurren en la bóveda celeste y con el culto de María en particular en correlación con la constelación de Virgo. En relación al culto mariano, hace mas de mil años que los católicos celebran el 8 de septiembre como el nacimiento de María y el 15 de agosto, la asunción a los cielos y tiene su origen en el ocaso y el orto heliaco de la estrella Spica (Alfa Virginis) en aquella época y por tanto su explicación debe ser buscada en los acontecimientos astronómicos ya existentes en época anterior al cristianismo y a la manifiesta costumbre católica de adoptar las antiguas festividades de distintas culturas del Oriente Próximo incorporándolas a su calendario religioso.


El 8 de septiembre del calendario juliano era el día en que la estrella Spica, la estrella más brillante de la constelación de Virgo, se desprendía de los rayos del Sol después de no ser vista durante cuarenta días, por lo que aquel día tenía lugar su “nacimiento”. El día de la Asunción de María (el de su muerte) fue fijado en época cristiana, siguiendo el ejemplo de la Ascensión del Señor. El emperador bizantino Mauricio lo estableció oficialmente en el año 582 n.e. siendo más tarde adoptado por la Iglesia romana.

Aunque, casi doscientos años antes, el Calendarium Romanae eclessiae menciona ya el 15 de agosto como día de la asunción de María a los cielos, fijándola como festividad en la época del concilio de Éfeso en el año 431 n.e. con lo cual, la desaparición de la estrella Spica el 15 de agosto como día del ocaso heliaco tendría que haber ocurrido y ser observado allá por el año 400 n.e. haciendo que esta fecha, el 15 de agosto, fuera elegida como la muerte y su asunción a los cielos de la Virgen María.

Lo que nos lleva a pensar que los días de festividad del culto mariano, el nacimiento y ascensión a los cielos, han sido establecidos basándose en fenómenos ocurridos en la bóveda celeste referidos a la constelación de Virgo y a su estrella más visible Spica, de la que los cristianos del primer milenio de nuestra Era tenían plena conciencia de fundamentarse en fenómenos astronómicos y de un conocimiento mucho más antiguo, al decretar su culto a la Virgen María adaptándolo a su corpus de creencias.

Canarias y el adoctrinamiento mariano

En muchas localidades de las Islas Canarias, se proclaman en el mes de septiembre festividades en honor a la Virgen María en sus distintas manifestaciones iconoclastas. A la celebración de estas ceremonias se le pueden rastrear su origen nativo, no solo en sus múltiples demostraciones de fervor popular, sino como indicamos anteriormente la elección de las fechas del 15 de agosto y 8 de septiembre vuelven a estar presente en mucha de ellas, aunque como veremos más adelante, el culto católico no hizo más que revestir bajo el calendario juliano, cultos que podrían tener una conexión lejana en conocimientos de las cuestiones celestes.

La culminación el 15 de agosto en las festividades del Beñesmer con la peregrinación a los santuarios nativos para rendir culto a la fertilidad eran precedidas de otras festividades también de carácter sagrado. En las comarcas al sur de la isla de Tenerife, la tradición oral nos revela que justo después del Beñesmer la aparición de una estrella bastante visible a la que llamaban “Sumsa” la cual determinaba la costumbre de llevar a las cabras en edad fértil a ciertos lugares para darles de beber agua que contenían ramas de Tilo, rito que se llevaba a cabo, para predisponer a las cabras a ser cubiertas; esta tradición se seguía realizando hasta los años 60 del pasado siglo en el sur de la isla el 8 de septiembre.

Otra costumbre, relacionada con esta misma fecha, nos la dio a conocer Seña María Armas de 95 años vecina del Poris de Abona en una entrevista que le realizamos en 1998. Nos contaba Seña María que en los años 40 del pasado siglo existía la usanza de irse desde que ella tenía memoria, el 8 de septiembre celebración de la Virgen del Poris, las muchachas en edad de “merecer” y que todavía eran mozas a bañarse en una fuente donde había un machango de madera de tilo que ellas llamaban Chamato. En esta celebración le estaba prohibido a los varones acercarse donde ellas se bañaban y que estos permanecían cientos de metros más abajo bañándose en los charcos que caían desde la fuente. Desgraciadamente nos relataba nuestra entrevistada, el cura del pueblo prohibió estas mañas por atentar contra la moralidad y ser prácticas paganas.

Es muy plausible que celebraciones como la que nos describía Seña María Armas fueran muy comunes en la isla de Tenerife, en épocas más o menos recientes del pasado siglo. Hay constancia, que en el convento de las concepcionistas-franciscanas del pueblo de Garachico, se venera a una imagen bajo la advocación de Nuestra Señora de La Luz, que según la tradición apareció en el Malpaís de Isora (Guía de Isora) en 1570 y que es igual a otra, ya desaparecida, encontrada en el pueblo de Arico por las mismas fechas. Según nuestras investigaciones, esta imagen es un palo de madera de Tilo de unos 20 cm de longitud, que concuerda con los Chamatos que nos describía Seña María Armas.

Actualmente esta imagen hoy en día, para todo aquel que quiera constatarlo en dicho convento, está adornada con ropajes para borrar su “pasado” como deidad nativa. Evidentemente los procesos evangelizadores llevados a cabo por los frailes franciscanos no solo consistieron en la implantación de imágenes como la de la Virgen de Candelaria en Tenerife o como la de la Virgen del Pino en Gran Canaria, haciendo uso del conocimiento de las divinidades femeninas de su mundo mágico-religioso y de los cultos nativos, sino que también, intento solapar sus festividades a la Virgen María, incluso llegando, como comentamos más arriba, a tratar de caracterizar las representaciones de las deidades femeninas nativas al nuevo culto tras la conquista militar de la isla; aun así habría que preguntarse si en el resto de las islas también se trató de cambiar los cultos y ceremonias antiguas acorde a su Magna Mater o Virgo Coelestis, heredadas de vetustas celebraciones paganas.


(*) Escritor y autor de la novela ‘Taucho’ y del blog Crónicas del Guirre.