(Libro inédito)
CAPITULO-XIV-II
ALGUNOS DESPROPÓSITOS DE LAS RELIGIONES JUDEO-CRISTIANA
Es posible que algún lector
piense que escribimos movidos por algún resentimiento, nada más lejos de la
realidad, nos limitamos a transcribir al pie de la letra los textos citados,
por ejemplo, vemos la dudosa moral del tal Yahweh, sus preceptos y normas según
el código Deuteronómico (ver Deuteronomio 12 a 28). Para comprobar que clase de
personaje estamos hablando y que peculiar ética tenía, más propia de una mente
enferma o de Dios Demoniaco. Vaya una
muestra: “sí un hombre encuentra a una joven virgen no prometida, la agarra
y se acuesta con ella, y son sorprendidos, el hombre que se acostó con ella
dará al padre de la joven cincuenta monedas de plata; ella será su mujer porque
la ha violado, y no podrá repudiarla en toda su vida”. (Deuteronomio 22,
28-29. Que el lector juzgue por sí mismo.
Yahweh no sólo era un asesino,
era un auténtico magnicida. Veamos algunos ejemplos. Al hablar de la conquista
del reino Sijón, Moisés cuenta como Yahweh le ordenó apoderarse de ese
territorio y la batalla que tuvo lugar en Yahás, confesando: “Nos
apoderaremos entonces de todas sus ciudades y consagramos al anatema toda
ciudad: hombres mujeres y niños, sin dejar superviviente” (Deuteronomio
2,34). Hecho que se repetiría con la conquista del reino de Og, reconociendo el
texto bíblico igualmente que mataron a todos sus habitantes, sin dejar “ni
un superviviente” (Deuteronomio 3, 3).
ANATEMA
¿Y què decir del exterminio
cometido por el pueblo israelita sobre los benjaminitas por orden expresa de
Yahweh? Así podemos leerlo en jueces 20, 35: “Yahweh derrotó a Benjamín ante
Israel y aquel día los israelitas mataron en Benjamín a veinticinco mil cien
hombres, todos ellos armados de espada”, añadiendo más adelante que luego
“pasaron a cuchillo a los
varones de la ciudad, al ganado y a todo lo que encontraron”. Ello, además
de incendiar todas las ciudades que encontraron (Jueces 20,48).
Y por si a alguien le queda
alguna duda de la catadura moral del tal Yahweh, veamos lo que Samuel le trasmite a Saúl por orden de Yahweh con
relación a la guerra que entablaron con los amalecitas:
“Ahora vete y castiga a
Amalec, consagrándolo al anatema con todo lo que posee; no tengas compasión de
él, mata hombres y mujeres, niños y lactantes, bueyes y ovejas, camellos y
asnos” (I Samuel 15, 3). ¿El resultado? Según el texto bíblico. Que Saúl
“capturó vivo a Agag, rey de los amalacitas y pasó a todo el pueblo a filo de
espada en cumplimiento del anatema” (I Samuel 15, 8).
Como bien puede observarse, el
exterminio genocida de los palestinos a manos de los judíos, viene de lejos.
EJERCITO JUDIO
Lo narrado es un reducido
resumen de los múltiples textos que contiene la Biblia, en los que
desarrolla pasajes similares y que en algunos casos son mucho más espeluznantes
que los que hemos expuesto. Por ello, nos permitimos recomendar al lector
curioso se abstenga de leer dicho libro a poco que goce de un mínimo de
sensibilidad.
Las máximas morales de este dios,
continuaron aplicándose durante los siglos posteriores por los representantes
del judeo-cristianismo. Al margen de las conocidas actividades desarrolladas
por la “Santa Inquisición” cristiana veamos algunos casos de “caridad”
cristiana practicada por destacados miembros de tan humanitaria institución
extraída de la obra de Karlheinz Deschner, Opus Diaboli.
La segunda carta de Pedro se
refiere a los heterodoxos como “animales irracionales destinados por su
naturaleza a ser capturados y sacrificados”. El Papa Inocencio IV, en su bula Ad
Extirpanda ordenó matar a todos los herejes en el plazo de cinco días.
Además los dominicos, discípulos del filósofo oficial de la iglesia, Tomás de Aquino (quien, también por su parte, exigía enérgicamente la
extirpación de la sociedad de los “hombres apestados”), iniciaron la cría de
perros especialmente adiestrados para la caza de herejes y dirigieron por
espacio de medio milenio la inquisición. Las torturas y ejecuciones públicas de
los autos de fe eran un enaltecedor espectáculo de perfección social.(Según la
revista vaticana de los jesuitas,1853) El gran inquisidor Torquemada (confesor
de la reina Isabel I, de España, la católica) envió a la hoguera a 10.220
personas y a 97.371 a galeras. Excomuniones: hasta la 70 generación. (Según el
Papa Gregorio XIII, no es asesinato matar a un excomulgado. Urbano VIII,
instigador de las cruzadas, declarado beato en 1881. Herejes arrepentidos:
fijos a un muro con grilletes en pies y manos, de por vida en un calabozo lo
más estrecho y oscuro posible, según decreto papal.
El Papa Pío VIII, exigió el
exterminio de los hugonotes: murieron 20.000 en Francia (1572). Con este
motivo, el Papa Gregorio XI, organizó festejos públicos y acuñó moneda
conmemorativa con el Ángel exterminador de hugonotes y con su propia efigie en
el reverso.
Agustín creía firmemente que
las mujeres eran acechadas por faunos. Tomás de Aquino que los meteoros eran
causados por demonios, Gregorio escribió, estrictamente convencido 4 libros con
disparates como que una monja se tragó al diablo sentado en una hoja de
lechuga.
Algunos Papas (nombrados) creían en
las brujas que copulaban con lascivos espíritus de la noche (Inocencio IV) con
gravísimo perjuicio para la tierra personas y animales. Las torturas a brujas y
sus familias: mediante la presión de tormento, los niños eran obligados a
declarar contra sus madres y viceversa. La quema de Brujas era considerada en
su tiempo: el medio mejor, más rápido y
fácil de enriquecerse. De hecho, cuando la perspectiva de botín se esfumaba,
aquélla cesaba, a menudo, al momento. En Bonn en el siglo XVII la ambición de
un arzobispo llevó a encontrar demonios en niños de 3 años: fueron
carbonizados.
Cualquiera que criticara
ligeramente estas barbaridades era considerado como patrocinador de brujas y
raras veces escapaba de la hoguera. En los obispados de Bamberg y
Breslau había hornos
crematorios para brujas. Después de “limpiar de brujas” una aldea, el clero se
apropiaba de su patrimonio. Antijudaísmo asesino cristiano: un ejemplo: el
obispo Ruthard, de Maguncia, prometió protección a los judíos de la ciudad a
cambio de una fuerte suma de dinero. Luego les traicionó y murieron entre 700 y
1.200. En 1099, al entrar en Jerusalén, los cruzados encerraron a los judíos en
la sinagoga y los carbonizaron vivos. La relación sexual entre judíos y
cristianos, era considerada bestialismo y penada con terribles castigos en
algunas ciudades europeas, incluyendo la castración, el entierro en vida, la
cremación y el empalamiento. En 1250 un pogromo costó la vida a 10.000 judíos
en Bohemia. En España, las grandes matanzas de judíos del siglo XIV se
iniciaron con horribles orgías de sangre en Gerona y Barcelona. En 1391, en
Sevilla y por determinación del arzobispo Martínez fueron eliminados 4.000
judíos y unos 25.000 vendidos como esclavos. En 1648, en Polonia, fueron muertos 200.000 judíos.
Manumisión de esclavos de la iglesia imposible a partir de ese siglo, algo
jamás visto durante el paganismo.
Tomás de Aquino, justifica
explícitamente la esclavitud. Egidio Romano la ensalza como institución
cristiana. Un buen cristiano el obispo Basilio,
doctor de la iglesia, que interpretó literalmente lo de que el rico no
puede entrar en el reino de los cielos regaló todo su patrimonio a los pobres y
después una herencia inmensa, entregando finalmente a los necesitados la parte
principal de las rentas de su riquísima diócesis: un cristiano que equiparaba a
ladrones a todos los cristianos que guardaban todavía alguna posesión. Solía
decir: quien ama al prójimo como así mismo no debe poseer más que el prójimo. (Pero,
claro, estamos hablando de un caso prácticamente único en la historia del
cristianismo).
Los miles de millones de la
iglesia: la mayor terrateniente del orbe cristiano (en algunos países posee
hasta el 20% de la tierra cultivable), detenta una de las mayores cadenas de
bancos de Roma, participa en un conjunto impresionante de las mayores empresas
industriales. Es en gran medida propietaria de Alitalia y Fiat. Fruto de la
política económica de los Papas: fuentes de ingresos: propiedades de los
herejes condenados en el estado pontificio, herencias de sacerdotes sin
testamento, décima parte de los ingresos de todas las iglesias del mundo,
sueldos de los obispos suspendidos del cargo, concesión y confirmación de
coronas reales, visitas obligatorias de los prelados a las tumbas de los
apóstoles, sobornos, indulgencias, años jubilares donde a veces había que usar
un rastrillo para quitar el dinero de los altares, elevación de impuestos y
creación de otros nuevos (el Papa Urbano VIII, creó diez), diezmos para
cruzadas que nunca existieron (el Papa Juan XXII financió así su guerra contra
Luis de Baviera y Gregorio la suya contra Federico, cuyo reino invadió
precisamente cuando el emperador estaba en una cruzada, alguna vez incluso
almacenando trigo en época de abundancia y vendiéndolo a precio de oro en
tiempos de hambre (Sabiniano año 605), en otro caso fundando prostíbulos y
arrendándolos a cardenales con un impuesto especial para las prostitutas (Sixto
IV), y endosando al papado a cambio de una renta vitalicia (Benedicto). Estos
expolios produjeron gran malestar en el pueblo italiano y explican las
sublevaciones contra el clero en varias ciudades, especialmente en Roma. Los
florentinos asaltaron el edificio de la inquisición y cebaron a sus perros con
carne de sacerdotes.
Esta rapiña económica e insaciable
apetito voraz de la jerarquía católica, dio lugar al surgimiento del dicho
popular siguiente: “La Iglesia
es un negocio, los curas unos negociantes, y al son de las campanas, acuden los
ignorantes”.
RELIQUIAS Y ENGAÑOS: Según el escritor
renacentista Alfonso Valdés, “El prepucio de Cristo lo he visto yo
personalmente en Roma, Burgos y Amberes” (al parecer hay un total de 14 ejemplares)...
tan sólo en Francia hay ya 500 dientes del niño Jesús. En muchos lugares se
conserva la leche de la Virgen
y en otros las plumas del espíritu santo. Todavía en 1542, el
obispo de Maguncia mostraba a sus cándidos borregos dos
plumas de la tercera persona de la santísima trinidad, junto a un huevo puesto
por ella. Nuevo testamento: el obispo ha de ser hombre de una mujer
Las
razones del celibato según Deschner la violación del celibato era posible pagando
un interés concubinario a los obispos. Los pecados sexuales del clero que eran
de dominio público tenían triple castigo que los desconocidos. Según Tomas de
Aquino, doctor de la iglesia, filósofo oficial de la iglesia, patrono de todas
las escuelas y universidades católicas y además declarado maestro supremo del
catolicismo a finales del siglo XIX, la mujer es psíquicamente inferior al
varón, una especie de hombre mutilado, malogrado. Según Lutero, la mujer, es un
animal furioso, semiinfante, inferior y peor que el hombre. Que mueran a fuerza
de embarazos, que ésa es su única razón de ser. La prohibición de los
anticonceptivos debe seguir hasta que se hunda el mundo por la superpoblación
(Jean Visser, teólogo, comentando la doctrina papal) Deschner, Historia sexual
del cristianismo, la doctrina clásica del pecado es obra de Agustín. El amor
sexual es deleznable, infernal, el sexo es el peor crimen: expiar una única
masturbación en la alta edad media: Las mujeres, frecuentemente tenían tres
años a pan y agua o sin relaciones sexuales como penitencia. “In illo tempore”,
si un soldado mataba a alguien por orden de su señor, la expiación era de
cuarenta días. La anticoncepción es un acto contra natura. Los que disfrutan
del placer con anticonceptivos obran criminalmente (Pío XI)
VIDAS EJEMPLARES: El papa introductor de
la fiesta de la inmaculada concepción, Sixto IV, cobraba 20.000 ducados al año
a sus prostitutas. También nombró inquisidor a Torquemada, acometió sexualmente
a su hermana e hijas y construyó la capilla Sixtina y un burdel. La repetición
de las penitencias por pecados repetidos en lo sexual no busca la enmienda sino
crear seres dependientes: el clero
necesita el pecado. Vive de él, especialmente del pecado más inevitable: el
sexual, que esclaviza al creyente hasta la última fibra de su cerebro [...]
recibiendo desde su infancia una educación hostil al instinto e inoculándosele
conciencia de culpa para que no se sienta libre del pecado, cosa imposible,
sino que peque una y otra vez, puesto que es únicamente así, en cuanto
culpable, en cuanto fracasado, como obtiene la ayuda eclesiástica que le
convierte en un ser tutelado, dominado, sojuzgado.
En la edad media durante la
época de mayor influencia del cristianismo, en los grandes latifundios de la
iglesia (propietaria de un tercio del suelo europeo) un campesino valía la
mitad que un caballo. El inmenso poder económico de la iglesia actual, es
inmensa la lista de las grandes empresas donde el Vaticano tiene invertida su
increíble fortuna. Así como hoy nos reímos del camisón monacal usado para las
relaciones sexuales en la edad media, en
el futuro parecerá risible la intimidad obligada del sexo en la actualidad
relegada, en general, a la oscuridad de la noche como todos los asuntos
turbios. Filipenses 1,18: predicar a Cristo de cualquier manera, sea hipócrita
[como los fariseos], sea sinceramente. Juan Crisóstomo, doctor de la iglesia y
patrón de todos los predicadores [su apellido es literalmente Boca de oro],
aboga abiertamente por la necesidad de la mentira en aras de la salud del alma
y hasta se remite para ello a ejemplos del antiguo y del nuevo testamento. A
Jesús se le identifica con Dios en el siglo 3º.
LO APARENTEMENTE PECULIAR DEL CRISTIANISMO: Todas
las características que hoy nos parecen propias del cristianismo están
burdamente copiadas de religiones anteriores.
La predicación de la inmediata
venida del reino, la filiación divina, el amor al prójimo y a los enemigos, la
idea del Mesías y del salvador, las profecías acerca del redentor, su descenso
a la tierra, su milagroso alumbramiento por una virgen, la adoración de los
pastores, su persecución ya desde la
cuna, sus tentaciones por Satán, su magisterio, su pasión y muerte (incluso en
la cruz), su resurrección (también al tercer día o después de tres días, es
decir al cuarto día, pues incluso esta vacilación de los evangelios tiene
manifiestamente su explicación en el hecho de que la resurrección del dios
Osiris comenzó el tercer día y la de Attis, el cuarto día después de su muerte),
su aparición corporal ante testigos, su viaje a los infiernos y al cielo, la
doctrina del pecado original, la de la
predestinación, la trinidad, el bautismo, la confesión, el número de los siete
sacramentos, el que los apóstoles sean doce, los cargos de apóstol, obispo,
sacerdote, diácono, las sucesiones en
los cargos, las cadenas de la tradición, la madre de dios, el culto a las
imágenes de la virgen, los lugares de peregrinaje, las tablas votivas, la
veneración de reliquias, el don
profético, los milagros tales como el de caminar sobre las aguas, conjurar
tormentas, multiplicar los alimentos o la resurrección de muertos.
La Diosa egipcia Isis, es el
modelo casi exacto de María: al igual que María, dió a luz siendo virgen y
estando de camino. En una época muy anterior al cristianismo, Isis era
denominada y venerada como madre amorosa, reina del cielo, reina de los mares,
dispensadora de gracia, salvadora, inmaculada, siempre virgen, reina santa,
madre dolorosa, madre de dios... incluso aparece en las estatuas, también muy
veneradas, con su hijo en las mismas poses que María.
La concepción de María está
situada en la misma época del año que la de Isis. La media Luna. La estrella y
el manto con estrellas que maría tiene como atributos, también son de Isis.
María es, en realidad, la imagen deformada de una mujer. Una criatura [...] no
maculada por ningún deleite, la impoluta, la pura, la que domina triunfalmente
sobre sus impulsos [...] la antagonista de Eva, la pecadora [...]. Cuando más
florece el culto a la virgen en la bienaventurada edad media, [...] tanto más
se vilipendia, se humilla y se oprime a la mujer. Ésta se ve desposeída de
todos sus derechos; pasa por impura durante la menstruación y el embarazo, se
la considera mancillada por el parto y, no pocas veces, por el coito.
Se convierte en la puerta
permanentemente abierta del infierno... María era continuamente mencionada en
los gritos de guerra de los cristianos durante la edad media. A María, llamada
Señora de la Victoria,
se le atribuyen muchos triunfos cristianos, incluyendo algunos en este siglo:
la guerra de Abisinia y la guerra civil española.
LO REALMENTE PECULIAR DEL CRISTIANISMO: La
lectura de la Biblia
ha estado prohibida para el pueblo a lo largo de siglos, cosa que no ha
ocurrido jamás en ninguna otra religión, porque la realidad de la práctica
papal estaba en horrible contradicción con el texto sagrado, en el siglo XVI
algunos campesinos de Wüzburg fueron decapitados por las autoridades católicas
a causa de ese “terrible delito”. La ciudad de Béziers, convertida en campo de exterminio para 20.000 “herejes”,
matanza instigada por Inocencio (introductor de un distintivo obligatorio para
señalar a los judíos, en lo que fue plagiado por Hitler).
LAS VENTAJAS
PSICOLÓGICAS: De la fe, de la religión: Lutero el exterminador: Los
predicadores son los peores homicidas... Yo, Martín Lutero, he matado a todos
los campesinos de la revuelta pues ordené que los abatiesen a golpes; toda su
sangre me llega al cuello, pero los remito a Dios nuestro señor, quien me
ordenó hablar así. Aparición de la “virgen” a Pacelli, ( Pío XII) tres días
seguidos a las cuatro de la tarde en 1950. Dogma de la asunción corporal de
María: definido por Pacelli (Pío XII) en ese año, después de ser negado
durante siglos por Roma. Ante Pablo debían arrodillarse
hasta los curas y monjas, incluso cuando llamaban por teléfono. Su sucesor
Albino Luciani acabó con estas prácticas, no se consideraba tan especial para
que alguien se arrodillara ante él. Lo más “peligroso” de Luciani es que tenía
intención de expulsar a dos altos dirigentes vaticanos: el secretario de Estado
y masón cardenal Villot y Paul Marzinkus, relacionados con dos banqueros de la
mafia recientemente muertos por suicidio o asesinato (también habría sido defenestrado
un prelado estadounidense Cody, en parte por dilapidar enormes sumas del erario
eclesiástico a favor de una amiga que se llevó incluso, a Roma con motivo de su
nombramiento cardenalicio, Marzinkus, concretamente habría sido despedido al
día siguiente de la muerte de Luciani, Wojtyla, en cambio, lo ascendió a
propresidente de la comisión del estado Vaticano, de donde hace años que no puede salir porque la
justicia italiana lo reclama por corrupción al estar relacionado con la mafia.
[lo cual no ha impedido que la iglesia española se haya manifestado en
reiteradas ocasiones contra la corrupción política en España] Al morir Luciani,
se dijo que había fallecido a causa de un infarto.
Su secretario en Venecia
replicó enseguida que un caminante bien entrenado en marchas por los Dolomitas
no podía morir así, tanto más cuanto antes de la elección se había hecho un
examen médico que no le detectó nada sospechoso. Cuando se pidió la autopsia de
Luciani, fue inmediatamente denegada remitiéndose al derecho canónico, no dice
nada del asunto: sólo una tradición vaticana dice que a los Papas no se les
haga la autopsia (sin embargo en 1830 tuvo lugar la de Pío VIII), impulsor del
dogma de la infalibilidad papal, considerado enfermo mental por algunos altos
curiales e historiadores de la iglesia (así aparece en varios libros, incluida
su biografía escrita por el teólogo B. Hasler). Otros prelados le consideran
ignorante y tonto. Su encíclica Syllabus errorum considera condenable el
panteísmo, el naturalismo, el socialismo, el liberalismo, el racionalismo, el
individualismo, el indiferentismo, etc. [Además se manifiesta contra la escuela
laica, el matrimonio civil, el divorcio, la independencia del gobierno y la
ciencia ante la iglesia e incluso contra la declaración de los derechos del
hombre y del ciudadano]. Por todo lo anterior, quien mejor que León XIII,
sucesor de Pío VIIII, para intentar colarnos la especie de que todo cuanto
propicia la dignidad del hombre, cuanto preserva la igualdad jurídica de los
ciudadanos particulares, todo eso ha sido inspirado, favorecido y continuamente
amparado por la iglesia Católica.
Karol de las Kasas nos
proporciona una serie de citas que, con magistral ironía enfrentan la versión
falsa y edulcorada de la cristianización de América de Karol Wojtyla y la
versión realista de Bartolomé de la
Casas. [Actualmente, en Alemania está penado por la ley el
decir que el exterminio de los judíos no existió. Wojtyla hizo algo parecido en
sus viajes a América sin el más mínimo problema].
La iglesia aprobó el genocidio
en América: cuando el dominico Antonio de Montesinos echó en cara a los
españoles los crímenes que estaban cometiendo, el provincial de su orden, por
encargo de un obispo, le prohibió toda crítica en virtud del poder del Espíritu
Santo. Para K. Wojtyla la evangelización es lo único que posee la fuerza para
liberar al hombre, porque es la revelación del amor. El Inca Atahualpa y el
generoso misionero. El Papa Alejandro VI
repartidor de América nunca mencionado por Wojtyla en dicho continente
(seguramente por su actitud hacia el celibato-tuvo nueve hijos de sus distintas
amantes y se acostó incluso con una hija suya muy joven) en su bula Inter
Coetera de 1493 adjudicó de un plumazo las tierras descubiertas a los Reyes
de España y Portugal, exhortándoles a su
evangelización.
Cuarenta años después Atahualpa
replicaba al misionero que le acababa de leer la bula: por lo que atañe al Papa
de quien hablas, tiene que estar loco para pensar que puede donar tierras que
no les pertenecen. Yo no puedo cambiar mi fe. Vuestro dios, decís, murió a
manos de los mismos hombres a quienes él creó. El mío, en cambio (y señaló a la Sol que justamente desaparecía
majestuosa tras las montañas) vive todavía en el cielo y hace descender su mirada hacía sus hijos.
Al oír esto, el monje, uno de esos varones tan ensalzados por Wojtyla porque su
fe y generosidad humana merecen admiración, replicó, ordenando a los militares
presentes atacar de inmediato: murieron entre 2.000 y 10.000 hombres (¡cuanta
generosidad humana¡). Después de hacerse con todo su oro, agarrotaron como a un
criminal a Atahualpa, previamente bautizado por el mismo misionero, Valverde.
Juan Pablo II canoniza en 1980 al jesuita canario José de Anchieta, considerado
el apóstol del Brasil, cuya divisa era “La espada y la vara de hierro son
los mejores predicadores”.
Genocidios propiciados por los
eclesiásticos: un jesuita informó de una expedición punitiva contra los caribes
del Orinoco, que habían matado a tres jesuitas, el objetivo de la correría era
“que matasen a cuantos caribes pudiesen”. No hay medio mejor para vencer
la ferocidad de los pueblos “bárbaros”. Incluso en 1812 otro jesuita, Del
Coronil, arengaba a las tropas que salían a matar nativos diciéndoles: matad
a todo el que tenga más de 17 años. Esto no impidió que Wojtyla dijera en su viaje que <<la iglesia
quisiera consagrar hoy sus esfuerzos a los indios al igual (¡) que lo hizo con
sus antepasados a partir del descubrimiento>>. En Haití había
aproximadamente 1.100.000 habitantes cuando fue descubierta. En 1517 sólo había
1.000. Lo cual no fue obstáculo para que
Wojtyla dijera precisamente allí: “Aquí en medio de dificultades y
sacrificios se alcanzaron hermosos logros, aquí se da testimonio de cristo”.
Por piedad hacia los indios el
propio Bartolomé de las Casas aconsejo la trata de esclavos negros. Unos 30
millones fueron transportados en horribles condiciones por el Atlántico, al
menos otros tantos murieron por el camino. La vida de los indios estaba tan
poco valorada que por un caballo se pagaba 800 nativos. Hernán Cortés, un gran
católico: se denominaba servidor y engrandecedor del poder de cristo, su misión principal era la extensión de la fe
católica. En sus batallas y matanzas invocaba a dios, a la madre de dios y a Santiago,
patrón de España. Según Bernal Diez del Castillo, cada mañana leía en su
breviario.
Todos los días oía misa con
gran devoción. Como santa patrona había escogido a Nuestra Señora. Un
estandarte con la cruz precedía a Cortés y sus partidas de incendiarios y
asesinos. En estas mismas páginas se recogen citas escogidas de Cortés, siempre
con la cruz a cuestas, sobre sus asesinatos en masa a la población civil y a
enemigos que huían. Para el revisionista Wojtyla, en cambio, la cruz es símbolo
de esperanza para los hombres de todas las épocas. La esclavitud en América fue
muy practicada por todas las ordenes religiosas, por ejemplo, en Brasil los
jesuitas y franciscanos (muy alabados allí por Wojtyla) fomentaban el
matrimonio entre indios y negros al objeto de declarar siervos a sus
descendientes. Los primeros teólogos podían ser pacifistas y no violentos a
ultranza, pero que duda cabe de que eran ante todo, cristianos: Tertuliano, el
obispo Cipriano, Lactancio y posteriormente hasta el máximo teólogo Tomás de
Aquino prometen grandes felicidades (risas, regocijos y dicha) a los creyentes:
desde el cielo gozarán de la vista de las espantosas torturas del infierno,
para que la beatitud agrade más a los santos y se muestren tanto más agradecidos a Dios, les está
permitido gozar de una imperfecta visión de los castigos de los impíos. (Toma,
si esto no es sadismo...)
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LOS PAÍSES CRISTIANOS: En
Inglaterra, 1834 se eliminaron subsidios a los pobres que databan de 1601.
También en Inglaterra, decenas de miles de personas fueron empujadas a la
pobreza por las exigencias de las parroquias. Las condiciones de vida y trabajo
son tan terrible que en 1840, en Liverpool, el promedio de vida de un
trabajador es de 15 años. En Manchester el 56% de los hijos de los trabajadores
mueren antes de los cinco años. No es nada infrecuente que niños de nueve a
diez años trabajen a reventar 24 y 36 horas seguidas. Se les lleva de noche a
las fábricas y se les mantiene despiertos con el látigo. Todavía en1860 se
suplica mediante peticiones públicas limitar a 18 horas la jornada de trabajo.
Niños de tres y cuatro años fabrican encajes erguidos sobre sillas. [...] Marx denomina esa situación
transformación de sangre infantil en capital. Quien se queja de estas
condiciones es estigmatizado y ya nunca encontrará trabajo en ninguna parte. En
1850 el escritor Víctor Hugo intenta que la asamblea nacional haga algo para
remediar esta situación (el número de personas con derecho a voto en toda
Europa es lo más reducido posible hasta el siglo XX) pidiendo a los
parlamentarios: <<Pónganse, pues, de pie, católicos, sacerdotes, obispos,
hombres de religión, ustedes que se sientan en esta Asamblea Nacional [...]
¡Alcence! Ésa es obligación de ustedes!: única reacción; carcajadas. Más tarde
comentará: Tienen la Iglesia,
tienen el Ejército. Tienen la
Banca, En 1871, el levantamiento de la
Comuna, los sublevados matan a
64 rehenes y como represalia el gobierno masacra a 6.000 trabajadores... (
Karlheinz Deschner)
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